Buenos Aires.

La embajada de Israel en Argentina realizó este jueves un acto en esta capital en el sitio donde estuvo la legación, destruida en un atentado el 21 de marzo de 1992, y rindió homenaje a los 22 muertos, los 242 heridos y a los familiares de las víctimas.

Asistió el ministro israelí de Agricultura, Yair Shamir, cuyo gobierno vinculó los atentados contra la embajada y la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA, 1994) con la muerte del fiscal Alberto Nisman, a cargo de la causa del ataque a la mutual, el pasado 18 de enero.

Aunque aún no se ha determinado cómo murió Nisman y la hipótesis más cercana está referida al suicidio, Shamir dijo que el fiscal pagó con su vida el intento de llegar a la verdad, y que tanto Israel como Argentina son víctimas del terrorismo, al advertir que estos crímenes deben ser investigados sin descanso.

Sorprendió que calificara a Irán –al que Tel Aviv acusa desde un principio de los dos atentados– de nido de víboras con un poderío de destrucción masiva, y añadió que frente a esto “el mundo asume una postura hipócrita… los viles asesinos han sido apoyados y financiados por Irán. No les importó que enfrente hubiera una iglesia, un hogar de ancianos y un jardín. Lo que sí les importó fue matar a la mayor cantidad posible de judíos”.

Continuando la línea del premier israelí, Benjamin Netanyahu, insistió en acusar a Irán, lo cual en los 23 años desde que ocurrió el atentado contra la embajada israelí nunca se ha probado, y lo mismo sucede con el caso de AMIA.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió el miércoles a los familiares de las víctimas del ataque a la embajada, que hicieron un acto especial pidiendo justicia, y que han sido fuertemente críticos del silencio que hubo estos años por el tema de la embajada y también del juicio en la Corte Suprema, a la que reclamaron también.

La presidenta solicitó este jueves la apertura de archivos sobre la investigación en la embajada israelí –como ya se abrieron los de AMIA–, lo que debe decidir la Suprema Corte, a cargo de la causa.

Hasta ahora no hay un solo imputado, y desde un principio se acusó a la organización libanesa Hezbolá, supuestamente dependiente de Irán, pero nunca existió una prueba ni una imputación real.

En el acto de este jueves, el sobreviviente del atentado a la embajada, Jorge Cohen, dijo emocionado y también indignado por su larga lucha: la impunidad se ha vuelto un sordo dolor que me reclama justicia.

Estuvieron presentes autoridades del gobierno nacional y de la ciudad de Buenos Aires.

El caso Nisman se complica por acciones de la querella, ya que la juez Sandra Arroyo de Salgado rechazó a uno de los más importantes peritos citados por la fiscal Viviana Fein, y quien tiene la mayor tecnología para poder determinar la circunstancia de la muerte.

La justicia rechazó el miércoles una solicitud de la ex esposa del fiscal, quien actúa como parte querellante en nombre de sus hijas, para sacar a la fiscal Viviana Fein de la causa.

Mientras los medios difundieron fotografías de los viajes y la vida nocturna y disipada de Nisman, el único imputado en la causa, Diego Lagomarsino, contratado por Nisman y quien le prestó la pistola con la que supuestamente se suicidó, denunció que el fiscal se quedaba con la mitad de su sueldo y dio detalles de la cuenta del Banco Merrill Lynch, de Nueva York.

A la vez, se investigan las cuentas de la fiscalía de Nisman, ya que se ha comprobado que pagó boletos de primera clase a sus acompañantes femeninas en un viaje a Cancún, y se añade a esta situación que nunca pidió vacaciones para estos viajes, y cobró su sueldo. Se investigan las cuentas, los fondos y las denuncias sobre varias mujeres jóvenes empleadas en la misma fiscalía que no acudían a trabajar. El diario Haaretz de Israel dijo en estos días que Nisman no debió ser enterrado por la Delegación de Asociaciones Israelitas-Argentinas en el lugar que corresponde a las víctimas de la embajada, la AMIA y a los héroes.