Ensenada, BC.

Policías ministeriales trasladaron de San Quintín al puerto de Ensenada a 25 jornaleros detenidos durante las protestas que realizaron el martes y miércoles en esa localidad para denunciar las condiciones de esclavitud en los campos agrícolas y demandar mejoras.

Después de viajar cerca de 185 kilómetros en las cajas de camionetas pick-up, los campesinos fueron llevados a las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado, las cuales quedaron cercadas por agentes municipales.

La mayoría de los 200 arrestados por la policía quedaron libres y sólo 25 fueron canalizados a la agencia del Ministerio Público del fuero común por daños en propiedad ajena, pues durante la manifestación se cometieron saqueos a comercios y destrozos en inmuebles públicos y privados.

La Procuraduría General de la República no ha dado a conocer el número de detenidos durante las manifestaciones ni su situación legal. Enfrentarán cargos por obstrucción y daños a las vías generales de comunicación por bloquear la carretera Transpeninsular.

Las detenciones se realizaron durante las manifestaciones en el Valle de San Quintín para reclamar mejores salarios, seguridad social y prestaciones, además de exigir que cesen los malos tratos y el acoso sexual contra las trabajadoras agrícolas. Militares y corporaciones policiacas dispersaron varias protestas con balas de goma y gases lacrimógenos.

Trascendió que hay cuatro desaparecidos, de acuerdo con Fermín Salazar, representante de la Alianza de Organizaciones por la Justicia Social, quien denunció en la mesa de negociación los abusos cometidos por los agentes de la Policía Estatal Preventiva y la policía municipal de Ensenada durante los desalojos y la detención de los jornaleros.

Luego de dos días de discusiones, el gobernador Francisco Vega de Lamadrid se apersonó en el restaurante Santa Isabel de San Quintín para saludar a los jornaleros durante 30 minutos, en los cuales se limitó a presentar a los integrantes de su gabinete que atenderán las demandas de los manifestantes.

El dirigente Fidel Sánchez, de origen mixteco, le espetó: Es triste saber que está tan cerca, pero también tan distante de los jornaleros. El gobernador respondió: Para eso estoy aquí.