Coinciden expertos en que el volcán hará erupción, pero no saben cuándo
Jueves 19 de marzo de 2015, p. 39
En diciembre de 1994 el volcán Popocatépetl dio muestras de reactivación, lo que generó alerta entre autoridades, científicos y poblaciones aledañas al coloso.
Dos décadas después, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) enfatizaron la necesidad de trabajar de manera conjunta con las autoridades para vigilar la evolución del volcán.
Durante el simposio 20 años de actividad eruptiva del Popocatépetl, Hugo Delgado, del Departamento de Vulcanología del Instituto de Geofísica (IG) de la máxima casa de estudios, afirmó que en algún momento el volcán estallará. No sabemos cuándo, pero será de grandes proporciones y hay que estar preparados. Por ello, es necesario respetar las áreas aledañas y no construir en lugares prohibidos. Lo importante es enfatizar la relación con lo social y mantener una comunicación accesible y rápida
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Subrayó que es indispensable llevar información a la gente para prepararla ante cualquier suceso. Y es que si –expuso– es imposible hacer predicciones a partir de la experiencia humana, si se le pregunta a los ancianos de la zona responderán no pasa nada
, aunque al observar geológicamente los alrededores se aprecia algo distinto.
El director del IG, Arturo Mendoza, puntualizó que desde el punto de vista geológico esta actividad es algo terrible; sin embargo, es una etapa de tantas que ha tenido el volcán
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Planteó que una erupción no sólo afectaría a las 70 mil personas que viven en las faldas de don Goyo, sino que alcanzaría a más 20 millones de mexicanos que se ubican en la zona conurbada a éste, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de 2010.
Rossana Bonasia, quien realiza una estancia posdoctoral en el Centro de Geociencias (CGeo) de la UNAM, fue más allá al explicar que según las condiciones climáticas y la época, las cenizas pueden provocar afectaciones serias y llegar a Estados Unidos y Cuba.
Carlos Valdés, titular del Centro Nacional de Prevención de Desastres, detalló que el conocimiento de un volcán se logra mediante la investigación científica. Las autoridades tienen la responsabilidad de transformar la información de los estudios en acciones útiles y crear conciencia entre la población vulnerable. Hasta el momento, la experiencia ha sido satisfactoria, pero es preciso aumentar los sistemas de monitoreo, tecnologías de procesamiento y agilizar la difusión
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Gerardo Carrasco, director del CGeo, recordó que existen otros volcanes que requieren atención. Un ejemplo es el de Colima, más activo que el Popocatépetl, por lo que pidió no centrar la atención en don Goyo.