Cuando Juan Manuel Márquez responde a la pregunta de si volverá al boxeo, siempre mantiene el suspenso. Desde que noqueó a Manny Pacquiao, en diciembre de 2012, empezó a mencionar la posibilidad del retiro, pero también seguir activo en los cuadriláteros.

Hizo dos combates más: uno en 2013, en el que perdió ante Thimoty Bradley, y otro en 2014, en el que venció a Mike Alvarado.

Su regreso es dudoso para el hombre que ha estado detrás de toda esa carrera, el mánager Ignacio Beristáin, quien piensa que es más probable que Márquez anuncie su retiro definitivo a los 41 años de edad, pero no cuestiona las facultades físicas del pugilista.

En este año electoral la política es la responsable de mantenerlo alejado del boxeo, comparte Beristáin: Está muy distraído con la política. A mí, ésta, cero. No es atractiva para mí.

Márquez ha declarado abiertamente su simpatía por el PRI. Incluso en su tercer combate contra Pacquaio –noviembre de 2011– subió al cuadrilátero con el logo tricolor, por lo que el entonces IFE sancionó al partido.

El mánager no cree que el boxeador busque contender por algún puesto, pero dice que la cercanía con gente del ambiente político lo distrae y por eso ahora está alejado del cuadrilátero.

He pensado toda la vida que las crisis por las que atravesamos en México no son por culpa de los mexicanos sino por los malos mexicanos que hacen la política, expresó Beristáin.

Después de 22 años de trabajar juntos, dice que lo une con Márquez una relación más fuerte que la de un entrenador con su pupilo, por eso quisiera verlo retirado. Que lo anuncie y se vaya atender a su familia. Que se vaya como todo un ejemplo a seguir.

Beristáin habló también de la contienda de Pacquiao y Floyd Mayweather el 2 de mayo: Es la pelea más cara de la historia, pero no creo que sea la más atractiva, ni que justifique lo que cuestan los boletos, cuyo precio es de hasta 7 mil dólares.

Será más por el morbo de verlos frente a frente, pero me da la impresión de que por el estilo de Mayweather puede ser un combate, no mediocre, pero sí muy mediano, indicó.

El estilo elusivo y defensivo de Mayweather lo hacen pensar que la pelea llegará hasta el último asalto y ahí la ventaja la tiene Mayweather, porque es el promotor, porque es estadunidese, con jueces de su país y público local. Ya veremos si no.

El día del combate, el ganador se llevará un cinturón de esmeraldas como reconocimiento del Consejo Mundial de Boxeo, después de una votación en la página electrónica del organismo.