Son los que aportan nuevas líneas de investigación, considera el director del instituto
Actualmente 20% de los especialistas tienen más de 70 años; hay que ofrecer planes de retiro dignos, dice
Espera consolidar en Lerma una unidad académica
Elogia el modelo de vinculación industrial con proyectos específicos
Uno de los retos es buscar recursos, indica en entrevista
Miércoles 18 de marzo de 2015, p. 2
El 5 de diciembre de 2014 el doctor José Mustre de León fue nombrado director del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav), institución que forma parte de la mesa directiva del Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
El actual responsable de una de las más importantes instituciones científicas del país nació en 1960 en la ciudad de México, realizó estudios de maestría en la especialidad de física en el centro que ahora dirige y el doctorado en física en la Universidad de Washington.
Con una larga y fructífera trayectoria en la investigación y en la formación de recursos humanos, realizada en gran parte como investigador del departamento de física aplicada de la Unidad Mérida de esa institución, el experto en los estudios sobre la estructura atómica habló en entrevista sobre los retos que enfrenta el Cinvestav y algunas de las tareas que emprenderá para consolidar su desarrollo.
–¿Cuáles son las principales líneas de trabajo o de acción que piensa realizar en su periodo como director?
–Una es tratar de renovar nuestra planta académica, pues tal vez en los últimos ocho años no hemos tenido la capacidad de incorporar a especialistas jóvenes, que son quienes realmente nos aportan nuevas líneas de investigación. No lo hemos hecho de una forma decidida. Actualmente la edad promedio de nuestros investigadores es de 54 años y creo que este hecho comienza a pesar para que la institución muestre mayor dinamismo, para crear nuevas líneas de investigación y que ésta siga teniendo impacto académico y social. Ese es un primer punto, que va acompañado de otro problema, que no sólo es del Cinvestav, sino generalizado: lograr condiciones de retiro dignas para los investigadores que así lo deseen.
Tenemos alrededor de 20 por ciento de investigadores con más de 70 años. En algunos casos ellos podrían decidir retirarse si tuvieran las condiciones adecuadas para hacerlo. Ese es un aspecto meramente administrativo si se quiere, pero necesario para que la institución tenga sustentabilidad a futuro.
Creación de grupos
–¿Se tiene contemplado el crecimiento de las unidades foráneas o aquí mismo en la ciudad de México?
–El crecimiento de la institución sigue siendo fundamental. Hasta hace una década seguíamos teniendo éxito en crear unidades. Las más recientes se localizan en Tamaulipas, Monterrey y en Irapuato, con el Laboratorio de Genómica, las cuales se han ido consolidando en los últimos años. Pero de nuevo estamos en un punto en que deberíamos pensar en crear nuevos grupos. Tenemos uno que probablemente aparezca en poco tiempo; de hecho ya tenemos construcción en Lerma, en el estado de México; tendremos ahí un grupo de computación avanzada y matemáticas que es como una spin off de nuestro departamento de matemáticas –el cual tiene mucha tradición–, pero espero consolidarla como una unidad nueva del Cinvestav, tal vez en dos años. En este momento tiene el estatus de laboratorio y está financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), por el Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología, y por el Cinvestav pero espero que lo podamos consolidar como una nueva unidad académica en corto plazo.
“Hay otras áreas que están a nivel más incipiente, que por la forma de operar del Cinvestav no son necesariamente iniciativas de la dirección, sino de algún grupo de investigadores que las propone; la función de la dirección es catalizar esas iniciativas. Esta es una de las fortalezas del Cinvestav: muchas de estas propuestas no nacen de manera vertical, sino horizontal, y la tarea de la dirección ha sido catalizarlas, buscar el apoyo externo para que se materialicen.
Como ejemplos recientes puedo citar a un conjunto de investigadores que propone crear un grupo en virología, el cual podría tener mucho impacto a nivel de la salud a escala nacional. Tenemos varios especialistas dispersos dentro del Cinvestav que quisieran consolidar grupos más concretos y con una temática más específica. Otra iniciativa es la de biología teórica, que parece ser uno de los campos de la ciencia que se están desarrollando con fuerza en el extranjero y en el país no se ha dado nada. Podríamos aprovechar esta coyuntura y contar con un nuevo grupo en esta área.
Nexo directo con empresas
–En cuanto a la vinculación del Cinvestav con sectores externos como la industria, ¿cuál es el panorama?
–Creo que se puede lograr mucho más. En mi equipo de trabajo, el secretario de planeación, José Luis Leyva, fue director de nuestra Unidad en Guadalajara, la cual, desde mi punto de vista, ha sido tal vez la más exitosa que hemos tenido en el campo de la vinculación, y el modelo que emplearon fue distinto en relación con los que se usan en todo el Cinvestav. Por ejemplo, ellos tienen asociada a la Unidad el Laboratorio de Tecnología en Semiconductores, que opera mediante proyectos específicos con la industria, y en el cual la mayoría del personal no es permanente, sino que son contratados para un proyecto especifico, aunque algunos tienen continuidad.
Ahí, la parte más exitosa ha sido tal vez que después de trabajar en estos proyectos muchos de los participantes –que a veces son doctores, ingenieros o con formación en otras disciplinas–, si el proyecto es exitoso, de inmediato son absorbidos por la industria que lo pidió, como Intel Hewlett-Packard o IBM, lo que significa que se crea una relación directa y fluida.
En otros casos, al tener el contacto con estas industrias, se establecen empresas pequeñas y la más grande contrata directamente sus servicios. En otros casos, las pequeñas son tan exitosas que compañías como IBM o Hewlett-Packard las compran, pero después de haber operado como industria pequeña por algún tiempo. Este esquema que desde mi punto de vista ha sido exitoso, podría ser generalizado en otras áreas para poder potenciar esta relación, que hasta ahora ha sido buena, pero incipiente.
Aumentos desiguales
–En años recientes se ha observado un incremento de los recursos para la investigación. ¿Cómo ve el panorama actual y para los próximos años en relación con los recursos para la investigación?
–Desde mi punto de vista el panorama es alentador; creo que en varios años no habíamos tenido esta situación, es algo muy positivo. Aquí el reto para el Cinvestav es buscar estos recursos. Nosotros estamos sectorizados con la Secretaría de Educación Pública (SEP), pero los recursos para la investigación no pasan directamente por esta dependencia, sino están más concentrados ahora en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y en otras secretarías, así que nosotros tenemos que ir a buscarlos. Los aumentos que hemos tenido no han sido en el mismo grado en que se está dando de manera global para la ciencia y tecnología; no obstante, sí hemos tenido algunos incrementos que han sido muy positivos, pero tenemos como reto buscarlos de manera generalizada.