Domingo 15 de marzo de 2015, p. 27
San Luis Potosí, SLP.
Los primeros ataques contra Aramís, de 10 años de edad, fueron verbales. Sus compañeros de la primaria Graciano Sánchez, ubicada en Ciudad Valles, le gritaban mariquita
, gay
o bailarina de gimnasia
.
De allí pasaron a las agresiones físicas: llegaba de la escuela todo revolcado, pero nunca decía nada, nos dimos cuenta de que tenía un problema en su pierna porque caminaba con dificultad
, aseguró la madre del menor, María de Jesús Medina Torre.
El niño se recupera ahora de una operación quirúrgica a la que fue sometido de manera urgente, para evitar que una fisura en su cadera –ocasionada por patadas y puñetazos de sus compañeros– pudiera dejarlo sin movilidad permanente.
Medina Torre aseguró que ella y Aramís reportaron el caso a la maestra del grupo y al director del plantel, Fernando Martínez Salazar, pero no hicieron nada al respecto, y los ataques continuaron hasta llegar a la agresión física.
Tras esta situación opté por sacarlo de la escuela, pero a la vez interpuse una denuncia ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos y ante la propia Secretaría de Educación estatal desde el pasado 12 de octubre para que investigaran la omisión de las autoridades del plantel, pero hasta la fecha no he tenido ninguna respuesta
, se quejó.