La mitad de adultos mayores podría padecerlas, advierten
Viernes 13 de marzo de 2015, p. 40
Las cataratas son causantes de 45 por ciento de los casos de ceguera entre los mexicanos, por ello se le considera un problema de salud pública; además, se calcula que la mitad de los adultos mayores de 65 años pueden padecerlas, advirtieron expertos en oftalmología.
En conferencia de prensa, Claudia Palacio, integrante de la Sociedad Mexicana de Oftalmología; Guadalupe Cervantes, ex presidenta del Centro Mexicano de Cirujanos de Catarata, y Eduardo Chávez, secretario de la Asociación Mexicana de Microcirugía de Catarata e Implantes Intraoculares, precisaron que dicha enfermedad es la causa más frecuente de disminución gradual de la visión y ceguera reversible en el mundo
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Señalaron que 70 por ciento de las personas mayores de 75 años en el país pueden tener una catarata y en el caso de los niños expusieron que este mal provoca de entre 10 y 39 por ciento de todos los casos de ceguera.
Advirtieron que las cataratas, las cuales ocurren cuando el cristalino se nubla, afectan la visión y son producto en la mayoría de los casos del envejecimiento de dicha estructura. Si se atienden a tiempo, los pacientes tienen hasta 95 por ciento de posibilidades de recuperar la visión.
En la presentación de un lente intraocular trifocal, aseveraron que se puede recuperar la vista mediante una extracción quirúrgica de la catarata y la implantación de ese instrumento. Subrayaron que con la implantación de esa estructura los pacientes pueden recuperar la visión cercana, intermedia y lejana.
Añadieron que con el lente intraocular los pacientes podrán recuperar su visión para realizar actividades como leer, usar una computadora o ver televisión.
Los oftalmólogos resaltaron que sólo un especialista puede valorar a cada persona y determinar si es candidato para un implante intraocular de cualquier clase y que la selección del paciente es muy importante a la hora de pensar en un lente trifocal como una alternativa de tratamiento.
Por ello, recomendaron a sus colegas elegir como candidatos a personas con presbicia, cataratas, miopía o hipermetropía; con astigmatismo por debajo de una dioptría y que no tengan diabetes ni enfermedades oftalmológicas.
Indicaron que anteriormente la tecnología sólo permitía recuperar la visión cercana o lejana o ambas, sin poder recuperar la de la distancia media.