Madrid.

Políticos y ciudadanos homenajearon este martes aquí a las víctimas del 11-M con motivo del undécimo aniversario del atentado, el peor de la historia de España, cuando explotaron en esta capital doce bombas casi simultáneamente en tres estaciones de trenes suburbanos, con saldo de 192 muertos y más de mil mil 800 heridos.

Un año más, los actos estuvieron marcados por la división entre las víctimas, congregadas en torno a tres asociaciones.

Si bien el pasado año las representantes de los colectivos acudieron juntas al funeral de Estado celebrado en la catedral de la Almudena de Madrid como gesto de unión tras siete años de desencuentros, en esta ocasión mantuvieron los homenajes de forma separada.

Uno de ellos, organizado por los sindicatos UGT y CC.OO y por la Unión de Actores, tuvo lugar en el exterior de la estación de tren de Atocha, lugar donde explotaron varias bombas aquella mañana del 11 de marzo de 2014.

La presidenta de la Asociación 11-M, Pilar Manjón, pronunció allí unas palabras y fue crítica con el Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy, al que acusó de no colaborar en la unificación de criterios para rendir tributo (a las víctimas) de forma conjunta.

Al homenaje se unieron fuerzas de la oposición como el Partido Socialista (PSOE), Izquierda Unida o UPyD, los sindicatos mayoritarios UGT y CC.OO. y otros colectivos.

Cerca de allí, tenía lugar otro homenaje en el llamado Bosque del Recuerdo, levantado en el céntrico parque de El Retiro con 192 árboles, uno por cada una de los fallecidos.

Organizado por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), a él acudieron algunos miembros del Ejecutivo de Rajoy y políticos como el líder del PSOE, Pedro Sánchez, o el ex presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.

La presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, pidió a los políticos valentía y compromiso para hacer frente a la amenaza del terrorismo sin ambajes y cálculos electoralistas.

A lo largo de todo el día, se fueron sucediendo las muestras de apoyo a las víctimas del atentado, que fue atribuido a un grupo yihadista.

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, expresó su emocionada solidaridad con el pueblo de Madrid desde el Congreso de los Diputados, donde se guardó un minuto de silencio por los fallecidos.

La casa real española, con el rey Felipe VI al frente, también tuvo hoy un recuerdo para las víctimas y sus familias a través de su cuenta en la red social Twitter.

El 11-M supuso un duro golpe para España y dividió a la sociedad del país y a las víctimas a raíz de las distintas versiones que surgieron sobre su autoría. El gobierno de José María Aznar atribuyó los atentados de inmediato al grupo vasco ETA, lo que llevó a la derrota al PP en las elecciones realizadas tres días después del atentado reivindicado por comandos vinculados a Al Qaeda.