Directores y profesores de educación básica afirmaron que el programa de escuelas de tiempo completo –en las cuales se amplió la jornada escolar a seis y ocho horas– enfrenta un severo déficit de financiamiento, pues son los padres de familia y docentes quienes ponemos los recursos para que se cumpla con un eje central, que es la distribución de comida caliente para los alumnos.

En entrevista señalaron que en algunas entidades, como el Distrito Federal, el menú diario para alumnos de primaria tiene un costo de 17 a 27 pesos, cuota que deben cubrir los padres de familia.

Agregaron que el gobierno federal entregó un apoyo de mil 275 pesos por estudiante para el pago de comidas, es decir, le tocan a cada estudiante seis pesos al día, pero ¿qué calidad se le puede dar con ese costo?

En algunos casos, dijeron, hay padres que deben aportar hasta 400 pesos semanales para pagar la comida de tres o cuatro hijos que cursan su primaria, lo que es un gasto demasiado oneroso para muchas familias.

Luego de que el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Emilio Chuay­ffet, reconoció que de las 29 mil escuelas de tiempo completo que hay en el país, sólo 41.3 por ciento (12 mil) cuentan con comedor, por lo que existe un rezago en la atención de los alumnos en este rubro, Francisco Bravo, ex dirigente de los profesores disidentes de la capital del país y director de una escuela de tiempo completo, destacó que el gobierno federal prácticamente dejó a los padres de familia la responsabilidad de costear el alimento de sus hijos en la escuela.

Destacó que la administración federal se viste con sombrero ajeno, pues son miles las escuelas que no cuentan con comedor, y en muchas otras tenemos sólo espacios adaptados para dar este servicio.

Al respecto, docentes frente a grupo que laboran en escuelas de tiempo completo de Zacatecas, Guanajuato, estado de México y Veracruz destacaron que pese a que las reglas de operación establecen que parte de los recursos que proporciona la SEP se destinarán a dar un apoyo económico para el servicio de alimentación y para adquirir los enseres e insumos que se requieran, en los hechos muchas veces no llegan esos fondos y tenemos que solicitar a los padres de familia que apoyen nuevamente.