Miércoles 11 de marzo de 2015, p. 27
Puerto Gaitán, Colombia., Mario Romero ajusta sus números para evitar un destino fatal: si el precio del crudo no se recupera ni las compañías petroleras reactivan sus inversiones en Colombia, su empresa quebrará pronto. La flota activa de Transportes Paraíso Regional con la que movilizaba petróleo, suministros y personal pasó de 320 vehículos hace seis meses a 16. La mayoría de sus empleados perdió el trabajo. Ya le comenté a mi personal: vamos a resistir dos meses pagándoles sus salarios, si no, me tocará despedirlos
, advirtió Romero en su oficina en Puerto Gaitán, el pueblo más cercano a varios campos petroleros. Todos los sectores que dependen de la actividad petrolera en Colombia –ingenieros, trabajadores, geólogos, ejecutivos, dueños de hoteles y bares– están en problemas por el desplome de 50 por ciento en el precio del crudo en el último semestre.