Gasoducto para Coca-Cola y Nestlé
n cualquier región de Veracruz es común encontrar líneas subterráneas por medio de las cuales Petróleos Mexicanos (Pemex) distribuía gas y otros combustibles al resto del país. Salvo por algunos incidentes en zonas escasamente pobladas, la existencia de gasoductos no inquietaba mucho a la población, que se había acostumbrado a vivir en peligro, sobre todo en comunidades próximas a refinerías o estaciones de bombeo.
Sin embargo, con la apertura al capital privado vía la reforma energética y al reducirse al mínimo la intervención de la paraestatal en el manejo y comercialización de productos derivados del petróleo, las cosas cambiaron, no sólo por el inicio del reparto del apetecible pastel de la distribución de gas natural por conducto de la Comisión Reguladora de Energía, sino porque empresas privadas obtuvieron 14 permisos para el tendido de gasoductos en algunas de las ciudades conurbadas con mayor número de habitantes.
Naturalmente, esto alarmó a la población y en Xalapa, Coatepec, Martínez de la Torre y el puerto de Veracruz se organizaron grupos de vecinos para exigir a las autoridades información y que, en todo caso, prohíban las obras si no se garantiza la seguridad de las personas.
Desde 2012 se han otorgado permisos a distintas compañías, pero el que alertó a la gente fue el G/323/DIS/2014, a favor de Gas Natural del Noreste SA de CV, que podrá introducir gasoductos para distribución de gas natural en varios municipios y tendrá la concesión para el tendido en Xalapa, Emiliano Zapata y Coatepec, además de la comercialización del comburente durante 30 años.
El argumento de la empresa es que trata de hacer más eficiente la distribución del gas y abaratarlo, pues pretende ofrecer el servicio a la población abierta; sin embargo, los opositores al ducto afirman que su principal objetivo es abastecer a las trasnacionales Coca-Cola y Nestlé, asentadas en la congregación La Orduña, municipio de Coatepec, de gran densidad poblacional.