Integrantes de la Asamblea de la Comunidad Artística instalaron ayer en el camellón frente a las oficinas del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), en Paseo de la Reforma, una mesa de diálogo para debatir en torno a temas como el recorte presupuestal en los sectores cultural y educativo, así como para manifestar su rechazo al cierre de recintos culturales, entre otros puntos.

Colocaron sillas con los nombres del presidente del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa; el titular de la Secretaría de Educación Pública, Emilio Chuayffet; el secretario de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, Eduardo Vázquez Marín, y las legisladoras Margarita Saldaña y María del Socorro Alcalá, funcionarios a quienes, aseguraron, invitaron a esta actividad, que se anunció hace varios días en redes sociales como “toma simbólica” del Conaculta.

Antes de iniciar la jornada se presentó Antonio Crestani, director de vinculación cultural del Conaculta, quien invitó a los artistas y trabajadores de la cultura a pasar al auditorio de la institución para realizar ahí las discusiones, lo cual rechazaron los convocantes con el argumento de que la cultura y el arte deben ser accesibles para todos. Por eso decidimos realizar mesas de discusión y actividades artísticas en la calle, a la vista de todos, para que aquellos que estén interesados en colaborar puedan sumarse sin excepción alguna. Estamos hartos de que los acuerdos se realicen en oficinas cerradas, donde sólo unos pocos participan.

Crestani aceptó participar, ahí en la calle, en la primera mesa, en representación del titular del Conaculta y acompañado por María Eugenia Araizaga, Luis Cacho y Antonio Hernández Brito, directores de administración, jurídico y de relaciones laborales, respectivamente.

Encabezads por Guadalupe Moral y Martín López, la Asamblea de la Comunidad Artística dio a conocer un pronunciamiento en el que señalaron que la producción artística del país se ha visto deteriorada “por el desinterés y franco desdén de los gobiernos de los pasados 15 años, y en especial del gobierno actual.

“Una prueba de ello son los retrasos de pagos por parte de Conaculta y otras instituciones culturales, la amenaza de recorte presupuestal a educación y cultura, así como el cierre de espacios culturales.

Ante una situación laboral precaria y contrataciones injustas, ante la opacidad y mala administración de los recursos, mediante este acto hacemos visible nuestra inconformidad.

Toma simbólica

Entre otras demandas, los integrantes de la asamblea también solicitaron la reformulación de la relación contractual entre trabajadores del arte e instituciones culturales, seguridad social para trabajadores del arte y la cultura, e instalación de foros a escala nacional con carácter resolutivo con la finalidad de elaborar un nuevo modelo de política cultural, cuya organización corra a cargo de ciudadanos, trabajadores del arte y la cultura, y especialistas en política cultural, cuya logística y producción corra por cuenta de Conaculta y las dependencias culturales locales.

El primer tema que se abordó fue ¿Una cultura o muchas culturas? ¿Qué tipo de institución cultural necesitamos? Al terminar se organizó una sesión de preguntas y respuestas con los funcionarios del Conaculta.

Las actividades se desarrollan en el camellón frente al edificio de Reforma 175 sin bloqueos a la vialidad. La toma simbólica del Conaculta se programó para concluir después de las 21 horas.