Viernes 27 de febrero de 2015, p. 30
Río de Janeiro.
La presidenta Dilma Rousseff criticó la decisión de la agencia calificadora de riesgo Moody’s de rebajar el grado de inversión de Petrobras por su nivel de endeudamiento y el escándalo de corrupción que envuelve a la empresa estatal. Creo que es una falta de conocimiento de lo que está sucediendo en Petrobras
, precisó Rousseff a periodistas. No tengo ninguna duda de que Petrobras será una empresa con gran capacidad de recuperación, sin grandes consecuencias
, agregó.
Sin embargo, la mandataria reconoció que la nueva clasificación de grado especulativo es algo que el gobierno trataba de evitar. Expresó también molestia por la falta de notificación de la calificadora, que anunció el cambio el martes. Lamento que no recibiéramos algún mensaje por parte de la agencia
, comentó Rousseff.
Caen acciones de Petrobras
Las acciones de la compañía se desplomaron 5 por ciento el miércoles luego del anuncio de la calificadora. Moody’s anticipó que una nueva rebaja era posible y manifestó su preocupación por el escándalo de corrupción, el pasivo de la compañía y los atrasos en la divulgación de sus resultados financieros del tercer trimestre de 2014. La baja de la calificación es un golpe inequívoco
a la administración de Rousseff, señaló la consultora Eurasia, con sede en Washington.
Rousseff dirigió el consejo administrativo de Petrobras entre 2003 y 2010 cuando era ministra de Minas y Energía y jefa de gabinete de la presidencia, período que también comprende la investigación de sobornos ofrecidos por empresas de construcción a políticos y funcionarios de la petrolera estatal a cambio de contratos con precios inflados.
La pérdida del grado de inversión de la empresa insignia del país, por no hablar de una institución estrechamente vinculada a la carrera pública de Rousseff, es otro recordatorio doloroso de los desafíos que enfrenta la administración para restaurar la credibilidad y el crecimiento
, agregó Eurasia en un comunicado.
La rebaja de la calificación también pone en riesgo al gobierno brasileño, según analistas, ya que podría significar una reducción en la calificación crediticia del país. El presidente de la cámara de diputados, Eduardo Cunha, comentó que es hora de reconsiderar el papel de la empresa. Es una alerta. Es grave y la sociedad va a terminar pagando un costo mayor
, precisó Cunha.