Trueque para los momentos difíciles
l aspecto cultural del uso del trueque como forma local de economía y sustitución de la utilización del dinero por las razones que sean, incluyendo, por supuesto, la carencia de éste y la pobreza, da sentido y forma a las dificultades económicas que enfrentan muchos municipios veracruzanos.
Ya se experimentó, y con éxito, en la zona indígena totonaca en el norte de la entidad con el uso de una moneda regional: el tumín. Aunque costó a los organizadores de este sistema usado en el municipio de El Espinal una denuncia interpuesta por el Banco de México en abril de 2011–con el argumento de que estarían violando el artículo 28 y la ley monetaria que da al Estado mexicano el monopolio en la emisión de dinero–, se sigue utilizando esa moneda autóctona para reactivar la economía de la zona indígena afectada por la pobreza.
En otras comunidades, principalmente las de alta incidencia de población indígena, no existe tal organización, sino que el trueque se realiza intercambiando productos para obtener alimentos como ocurre en La Perla, en la zona central de la sierra de Zongolica. En ese municipio se calcula que al menos 40 por ciento de sus habitantes tiene graves carencias alimentarias debido a la falta de empleo fijo y la añeja marginación de sus habitantes pues al carecer de liquidez monetaria recurren al intercambio de productos.
De acuerdo con el Conapo, en La Perla 73.1 por ciento de las viviendas tienen un alto grado de hacinamiento y los ingresos económicos de la población ocupada son de sólo dos salarios mínimos. En Mariano Escobedo la situación es similar. Las estadísticas señalan que más de 65 por ciento de la población vive en medio de pobreza y 62 por ciento de sus habitantes que trabajan reciben apenas dos salarios mínimos como ingresos diarios y más de 24 mil niños mayores de 12 años ya trabajan para poder contribuir al sostenimiento familiar. Así las cosas, el trueque se ha vuelto otro recurso de los menos favorecidos para los tiempos difíciles.