Casi dos décadas deapués de tener abandonada su producción literaria, el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) pretende recuperar esta labor y retomar su papel como uno de los principales productores de libros del sector público, con contenidos literarios que rescatan la riqueza cultural y las tradiciones mexicanas.

En 2014, el Conafe superó 5 millones de ejemplares, millón y medio más que los editados dos años antes, con el mismo presupuesto, dijo Pedro Antonio López Salas, subdirector editorial del Conafe, quien destacó que ahora también se ha retomado la relación con el Fondo de Cultura Económica (FCE), así como con otras importantes sellos editoriales reconocidos, generando con ello la posibilidad de atender las necesidades pedagógicas y literarias de sus servicios educativos en todo el país.

En entrevista, el funcionario aclaró que durante estas casi dos décadas no fue que el Conafe hubiese dejado a un lado la producción de libros, pero que sí se vio limitada a la impresión de libros de texto para los casi medio millón de niños que atiende en sus escuelas de educación comunitaria en preprimaria, primaria y secundaria, en las regiones más apartadas del país.

Fue al inicio de esta administración cuando se convocó nuevamente al consejo editorial del Conafe y se reactivó su labor para recuperar el papel tradicional que había jugado la institución como uno de los principales productores de libros del sector público.

Ahora se producen textos y obras con las que el consejo participa de manera activa y creciente en 18 Ferias Internacionales y Nacionales del Libro, como la que se lleva a cabo actualmente en el Palacio de Minería, con ejemplares como la Colección El Viaje del Colibrí, compendio de obras de grandes exponentes de la literatura mexicana que han colaborado con el Conafe a lo largo de casi 44 años de servicio.

En esta colección se incluyen relatos, poesía y cuentos de diversos y reconocidos autores, como es el caso de Octavio Paz, con Mi vida con la ola; Guillermo Samperio, con Habi; Eduardo Matos, con Yálotl en la tierra de los muertos; Miguel León Portilla, con La Conquista; Elena Poniatowska y Magda Montiel, con La vendedora de nubes.

También, producto del conjunto de propuestas vertidas en el seno de su consejo editorial, en coordinación con Mardonio Carballo, el Conafe imprimó recientemente El canto del maíz, interesante obra bilingüe náhuatl-castellano, presentada por el maestro Alfredo López Austin.

Además, el consejo incluyó en su nueva colección la antología Alas de sal, relatos de Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, José Revueltas y José Donoso. Esto, dijo el funcionario, con los mismos recursos presupuestales que hace dos años.

Aun cuando el Conafe tiene la cesión de derechos de autores, como los mencionados, y los originales y negativos de las obras con intención cultural para el público infantil y juvenil, sólo en los dos años recientes su consejo editorial se abocó a rescatar, producir y difundir ese acervo, precisó el López Salas.

En materia editorial, el reto que asume el Conafe para este 2015 es seguir cumpliendo, en tiempo y forma, con las necesidades de niñas, niños y jóvenes que ven en esta institución la valiosa oportunidad de aprender y experimentar sus primeros pasos en lo referente a la lectura de las grandes obras de la literatura hispanoamericana.