La exigencia de visa a los mexicanos para ingresar en Canadá sigue siendo un irritante político en las relaciones bilaterales, convino el embajador de México en aquella nación, Francisco Suárez Dávila, quien subrayó que hemos convencido a empresarios y actores políticos, menos a uno, en alusión al primer ministro, Stephen Harper, quien en este momento, además, se ha concentrado en el proceso electoral que se celebrará en octubre en ese país.

El representante de México ante Canadá confió en que durante la próxima reunión trilateral con ese país y Estados Unidos, prevista para febrero pero que, a petición de Harper, se pospuso indefinidamente, se alcance un acuerdo que dé por concluido este trámite, que ha entorpecido el turismo, entre otros aspectos.

En entrevista, Suárez Dávila subrayó que todos los argumentos que utilizó el gobierno canadiense para imponer el visado a mexicanos se han superado y explicó que hay grandes avances en la facilitación de dicho requisito para estudiantes o empresarios o para quienes ya tienen visa estadunidense, aunque sigue siendo arbitrario y sin reglas claras.

De acuerdo con autoridades canadienses, el origen del problema que derivó en la necesidad de visado para mexicanos, fue que en 2008 más de 9 mil 500 personas provenientes de México solicitaron refugio en Canadá. Esto llevó a Ottawa a cambiar las reglas sobre el refugio y creó un sistema que acelera el procesamiento de una solicitud y la deportación, en caso de ser rechazado.

En diferentes ocasiones, las autoridades canadienses han señalado que buscan aplicar otras medidas, como fortalecer ciertos vínculos entre los responsables de las fronteras entre ambos países, entre otras reformas para asegurarse de que cuando vuelvan al esquema anterior a las visas no se repita el tema de abuso de solicitudes de asilo.

Todos esos problemas que en su momento fueron argumentados por los canadienses, los hemos resuelto, han quedado superados, ya no hay justificación para que nos sigan exigiendo visa, insistió Suárez Dávila, quien dijo que las autoridades mexicanas han trabajado duramente con el gobierno canadiense para retirar ese trámite.

Agregó que el tema ha sido ampliamente debatido por la opinión pública, académicos y especialistas, lo que hace pensar, indicó, que hay probabilidades de que se resuelva en un plazo relativamente corto.

Se dijo confiado en que antes de la reunión trilateral se cuente ya con una hoja de ruta clara para ambas partes, a efecto de que ambos mandatarios estén en condiciones de firmar un acuerdo que termine con ese trámite.