De mantenerse las condiciones que favorecen el consumo de productos con elevados niveles de grasa, azúcar y sin aporte nutrimental, uno de cada tres niños nacidos en México a partir de 2010, tendrán diabetes en algún momento de su vida, reveló una investigación realizada en la Universidad de Michigan. Es un fenómeno que, de hecho, ya se empieza a observar en adolescentes, pues alrededor de 2 por ciento ya vive con esta enfermedad.

El estudio se realizó a partir de un seguimiento durante varias décadas sobre la incidencia de la diabetes en el país, es decir, los casos nuevos que se reportaron cada año y aunque en la mayoría existe una relación con el sobrepeso y obesidad, la alteración de los niveles de glucosa no siempre se debe a un exceso de peso corporal, explicó Fiorella Espinosa, coordinadora de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor.

También es común que la diabetes se origine por malos hábitos alimenticios y en particular, en el caso de México, por el abandono de la dieta tradicional a base de maíz, frijoles y hortalizas; y el aumento en el consumo de productos procesados con alto contenido calórico, indicó.

En conferencia de prensa, donde la Alianza por la Salud Alimentaria anunció el inicio de la campaña ¿Hoy qué comieron tus Hijos?, la activista resaltó que los resultados de la investigación de la Universidad de Michigan son congruentes con la realidad que se vive en el país de ser el principal consumidor de refrescos con 163 litros per capita al año, así como de pastelillos con 19 kilogramos por persona en el mismo lapso.

Esta es una tendencia que sigue a la alza y sus efectos ya se observan entre los adolescentes, pues alrededor de 2 por ciento ya tiene diabetes.

Joel Rodríguez Saldaña, director del Centro Multidisciplinario de Diabetes recordó que hace 50 años, dos por ciento de los adultos tenía diabetes y hoy el porcentaje es de 14. Dijo que si no se impulsan cambios efectivos tendentes a modificar los estilos de vida de niños y adolescentes, esa historia de aumento de la alteración metabólica se reproducirá, ahora desde la infancia.

En un escenario así, las personas tendrán el riesgo de vivir 30 años con pérdida de salud, vitalidad y recursos económicos. Podría ser distinto si desde ahora, por lo menos, se promueven conductas saludables con promoción del cuidado de la salud desde el ámbito familiar. Para ello, dijo, el gobierno federal tendría que contar con una estrategia que sensibilice a la sociedad y en particular a los padres de familia, sobre estos temas.

Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor comentó que entre otras acciones, las secretarías de Salud y Educación Pública ya tendrían que haber puesto en marcha un programa de difusión de los lineamientos que rigen en las escuelas de nivel básico, sobre los alimentos cuyo consumo está permitido durante la jornada escolar. La carencia de una estrategia pone en duda el cumplimiento de la normatividad, señaló.

Otro mensaje para los padres de familia es sobre la importancia de que sus hijos desayunen en casa antes de ir a la escuela y el tipo de alimentos que se les debería proporcionar como parte de una dieta saludable.

Muchas veces, complementó Rodríguez Saldaña, la carencia de ese primer alimento es la causa de que los menores vayan a las cooperativas escolares a comprar lo que encuentren y eso serán productos procesados mejor conocidos como chatarra.