El gobierno federal gastó 839 millones de pesos en la compra de 240 mil laptops para alumnos de quinto y sexto año de primaria, que no funcionan.

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) confirmó, en pruebas de campo, que el sistema operativo Linux es lento y se bloquea, y algunos alumnos optaron por sustituirlo. Otras laptops no prendían o sólo sirvieron un año.

Además, la ASF comprobó que la Secretaría de Educación Pública (SEP) no previó un programa de orientación para el uso de esas herramientas y los alumnos las utilizaron en redes sociales, y al inicio del ciclo (escolar) las usaron para jugar y entrar en Internet para bajar música, juegos y videos.

Entre las fallas del programa aplicado por la SEP a partir de 2013 se detectó que muchos equipos siguen descompuestos y que no todos los planteles tienen acceso a Internet ni contactos eléctricos para recargar las baterías de las laptops.

La historia referida por el órgano fiscalizador da cuenta de que ese año la SEP abrió un proceso de licitación para la compra de los equipos, que conjuntó a 18 proveedores, de los cuales seis fueron desechados y continuaron en el concurso los 12 que fueron considerados solventes.

De éstos, el que fue declarado ganador ofreció un precio de 212 dólares por equipo, apenas un dólar menos que el siguiente competidor. Sin embargo, la empresa no cumplió el requisito de entregar una fianza, correspondiente al 10 por ciento del total del contrato, y en cambio ofreció una serie de cartas de crédito stand by de CI banco, documento que no fue admitido por la SEP.

Después, la Secretaría de Educación Pública recurrió al procedimiento de adjudicación directa, con un precio de 56 millones 720 mil dólares, es decir, 3 millones 840 mil dólares más que el concursante que había ganado la licitación.

La ASF refiere que para verificar el cumplimiento de las metas del programa se realizaron visitas a 26 escuelas en 12 municipios de Colima, Sonora y Tabasco, estados donde arrancó el programa.

Como resultado de mil 687 encuestas practicadas a alumnos de sexto grado, la ASF obtuvo los siguientes resultados: uso máximo una vez por semana; se utiliza el equipo sólo cuando lo solicita el profesor, tiempo que depende del plan de trabajo de éste; también se usa para hacer trabajos escolares, consultas en las redes sociales y para descargar música, videos y juegos.

Asimismo, se reportó que los usuarios desconocían la existencia de una garantía de las laptops y los números de atención al cliente para reportar desperfectos.

Se confirmó que los equipos contienen enciclopedias, pero carecen de programas relacionados con los libros de texto oficiales.