La ofensiva, con apoyo militar de Rusia, asegura Poroshenko
Jueves 19 de febrero de 2015, p. 25
Artemivsk, Ucrania.
Las fuerzas del gobierno ucranio retiraron este miércoles a miles de soldados de la ciudad de Debaltsevo, tras un feroz asalto de los separatistas pro rusos, que violaron el cese del fuego acordado recientemente para apoderarse de un enclave ferroviario estratégico.
La caída de la oriental Debaltsevo fue una de las peores derrotas de la guerra para las fuerzas oficiales, que no pudieron frenar el avance de los separatistas.
Al menos 22 soldados ucranios murieron en la ciudad en los últimos días, indicó el ejército, y más de 150 resultaron heridos.
El presidente ucranio, Petro Poroshenko, aseguró que más de 80 por ciento de sus tropas ya se habían retirado de este importante centro ferroviario, tras un intenso bombardeo y combates callejeros, a pesar de la tregua que entró en vigor el domingo pasado.
Los rebeldes dicen que el cese del fuego, negociado por Ucrania, Rusia, Alemania y Francia en una cumbre celebrada en Bielorrusia la semana pasada, no se aplica a Debaltsevo, que une las dos regiones del este de Ucrania controladas por los rebeldes, Donietsk y Lugansk.
Un testigo de Reuters vio a soldados exhaustos, con los rostros ennegrecidos, algunos en columnas, otros en autos, llegando a Artemivsk, unos 30 kilómetros al norte de Debaltsevo.
Los combates no cesaron con la retirada. Un corresponsal de Reuters cerca de Debaltsevo vio humo negro elevándose sobre la ciudad y escuchó fuertes explosiones horas después de que comenzó la retirada.
Poroshenko y las potencias occidentales dicen que el asalto rebelde es apoyado con tanques rusos, artillería y soldados, aunque Moscú niega haber enviado fuerzas.
Las acciones de los separatistas respaldados por Rusia en Debaltsevo son una clara violación del cese del fuego
, señaló en Bruselas la jefa de la política exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini, al incrementar las críticas de Occidente a la ofensiva rebelde en esa ciudad.
Horas antes de la caída de la ciudad, el presidente Vladimir Putin dijo que Ucrania debería dejar que sus soldados se rindan para salvar sus vidas.
Si bien Washington y sus aliados europeos amenazaron con imponer nuevas sanciones económicas a Rusia si no se pone fin a los enfrentamientos, también se mostraron cuidadosos al decir que el proceso de paz sigue en pie.
No consideramos que haya muerto
, dijo la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.
Un portavoz del gobierno alemán comentó que el acuerdo de Minsk fue dañado, aunque tenía sentido intentar implementarlo.