Reduce medio punto la previsión de crecimiento para 2015 y lo ubica entre 2.5 y 3.5%
Significa la creación de 20 mil empleos menos que los previstos hace tres meses, reconoce
El descontento social en lugares como Acapulco y Oaxaca afecta el desempeño económico
Jueves 19 de febrero de 2015, p. 26
El entorno económico es ahora menos favorable
de lo previsto hace apenas tres meses. Ante esa realidad, el Banco de México decidió reducir en medio punto porcentual su previsión de crecimiento para este año, en una decisión que deja prácticamente solo al gobierno federal en cuanto a mantener las metas de expansión con las que comenzó 2015. El recorte en la previsión, anunciado este miércoles por Agustín Carstens Carstens, gobernador del banco central, significará la creación de 20 mil empleos menos de los previstos en el trimestre previo.
La situación de deterioro social
en algunos puntos del país, entre los que destacó Acapulco y Oaxaca, ya está afectando el crecimiento de la economía, aseguró Carstens.
Sí se ha dado
un efecto en el crecimiento por los conflictos sociales, afirmó el gobernador del banco central. “Ciertamente, lo vemos de manera muy gráfica en lo que reportan los comerciantes y hoteleros en Acapulco —donde se han dado protestas en torno al reclamo de varios sectores que piden la aparición de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa–, la baja de turismo en zonas como Oaxaca. En diferentes encuestas que hacemos a empresarios también reportan esto como un factor que ha afectado su actividad”, dijo.
En 2015, el tercer año de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, el producto interno bruto (PIB), la medida más amplia del desempeño de la economía, crecerá entre 2.5 y 3.5 por ciento, expuso Carstens en conferencia de prensa. El nuevo rango significa una reducción de medio punto porcentual respecto de lo previsto por el banco central hace tres meses.
El entorno macroeconómico previsto es menos favorable
, de acuerdo con el Informe trimestral octubre-diciembre de 2014, documento del banco central presentado este miércoles por el gobernador.
En particular, dijo Carstens, el entorno para la economía mexicana es menos favorable por la disminución, en casi la mitad, respecto de mediados del año pasado, del precio del petróleo, actividad que provee un tercio de los ingresos públicos. También por la reducción de la producción de crudo, que podría limitar el dinamismo de la actividad productiva, en tanto no se estabilice y comience a recuperarse
. Adicionalmente, el consumo privado —que aporta dos tercios del PIB– todavía no muestra señales claras de que pudiera retomar un fuerte dinamismo a corto plazo
, apuntó.
De manera marginal, según el informe, la decisión del gobierno federal de recortar el gasto público de 2015 –medida elogiada ayer por Carstens– también incidirá en un menor crecimiento de la economía, según el informe.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público no ha reducido la previsión de crecimiento para este año, que ubica en un rango de entre 3.2 y 4.2 por ciento. La mayoría de analistas privados de México y el exterior ya han recortado sus pronósticos, como ayer lo hizo también el banco central.
En 2014, anticipó Carstens, la economía habría crecido 2.1 por ciento, nivel que se ubica en la parte baja del pronóstico que tenía el banco central, que era de 2 a 2.5 por ciento. El dato oficial será dado a conocer esta semana por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Por el efecto del menor crecimiento esperado para este año, la creación de empleos formales también será afectada, anticipó Carstens. Este año serían creados entre 600 mil y 700 mil empleos, 20 mil menos de los previstos hace tres meses por el propio banco central. Cada año se incorporan mercado de trabajo alrededor de un millón de jóvenes.
Aun con la disminución en el pronóstico para este año, el banco central destacó que para 2015 y 2016 se continúa anticipando un crecimiento mayor al de 2014. “Se prevé que las reformas estructurales implementadas tengan gradualmente un efecto positivo sobre la actividad económica, particularmente en 2016. El dinamismo de la economía de Estados Unidos, en específico de su sector industrial, se anticipa que continúe siendo una fuente de crecimiento para el sector exportador de México y que el impulso de la demanda externa se vaya trasladando a la demanda interna, según el informe.