En AL, denuncias no proceden o prescriben: ex cura Alberto Athié
Miércoles 18 de febrero de 2015, p. 43
La mayoría de los abusos cometidos por sacerdotes contra niños en América Latina no proceden o prescriben, debido a la complicidad entre autoridades civiles y religiosas, aseguró Alberto Athié, ex sacerdote y defensor de derechos humanos.
En entrevista, dijo a La Jornada que en mayo próximo –cuando el Estado mexicano comparecerá sobre la situación de la infancia en el país, en el Comité de Naciones Unidas de los Derechos del Niño, presentarán un informe alternativo denunciando el problema de connivencia.
Queremos exhibir que los abusos no proceden en México, ni en Chile, Argentina, República Dominicana o cualquier otros país del continente por ese vínculo. Un ejemplo es el del cardenal Norberto Rivera Carrera, quien encubrió a Marcial Maciel, Nicolás Aguilar y Carlos López
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Explicó que personas afectadas formarán la Red Americana de Víctimas de Abuso Clerical y contra la pederastia y su encubrimiento de la Iglesia católica, para detectar el mayor número posibles de atropellos de jerarcas del sacerdocio contra de niños, en nombre de Dios. También queremos conocer sus procesos, porque sabemos que la mayoría no prospera por la red de complicidades
, reiteró.
Indicó que en República Dominicana, con autorización del Vaticano, al entonces nuncio Joseph Wesolowsky fue sacado y juzgado en secreto, sin la presencia de sus víctimas o abogados. Sabemos que además de abusar de niños muy pobres, está implicado en una red de pornografía infantil al poseer cerca de 80 mil fotos y videos de niños, en complicidad con el padre Alberto Gil, también polaco; sin embargo, el ex nuncio está siendo procesado bajo arresto domiciliario alejado de la gente agraviada en ese país
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Chile, Argentina, Mexico...
Expuso que en Chile, donde el papa Francisco nombró al cardenal Francisco Javier Errázuriz en su comisión de cardenales reformadores de la curis, aquél ha sido sindicado por la justicia chilena como uno de los principales encubridores del padre Fernando Karadima.
“En Argentina, la activista Julieta Añazco, quien fue víctima de un sacerdote en campamentos de verano organizados por la Iglesia en los 80, nos pidió ayuda sobre su caso y los de muchas otras niñas agredidas en esa época, con el conocimiento, otra vez de las autoridades eclesiásticas.
“En México el ex sacerdote Eduardo Córdoba, fue denunciado ante la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas por abusar de un menor y encubrirlo el clero. Sabemos por varios testimonios que esta persona abusó de cien niños en diferentes iglesias en los últimos 30 años y la arquidiócesis del estado nunca informó a las autoridades que tenían a un abusador sistemático hasta que lo denunciamos.
Queremos ahora visibilizar los casos y denunciar tanto al sacerdote abusador como a quien lo protege, y si implica a la Santa Sede, procederemos en su contra.