Los espacios totalmente libres de humo de tabaco son una medida con la que 88 por ciento de la población está de acuerdo y más de la mitad opina que se debe aplicar de manera inmediata en los 32 estados de la República. Una encuesta levantada la semana pasada reveló que la mayoría de las personas también apoya el aumento en el tamaño de los pictogramas en las cajetillas de cigarros.

Los resultados del estudio realizado por la empresa Parametría fortalecen la posición que han mantenido organizaciones civiles en los últimos meses respecto a la iniciativa de reforma a la Ley General para el Control del Tabaco, que desde diciembre de 2012 se encuentra en discusión en el Senado.

Ayer, el orden del día de ese órgano legislativo incluía la presentación del proyecto en primera lectura, pero debido a que había muchas reservas de senadores, se pospuso para este jueves la presentación ante el pleno.

Érick Antonio Ochoa, de la Fundación Interamericana el Corazón (FIC), señaló que los senadores Héctor Larios (PRI) y Fernando Mayans (PRD) promovieron hasta el final para que el dictamen se subiera al pleno, se dispensara la primera lectura y se votara de una vez, con lo que no habría oportunidad para hacer cambios al proyecto.

Aprobar el documento en sus términos implica que se dará un plazo de dos años para que se cumpla en el país con los espacios ciento por ciento libres de humo de tabaco, es decir, se mantendría la posibilidad de que existan áreas para fumar en lugares públicos cerrados (bares y restaurantes).

Ese periodo no se ha otorgado en ningún país y tampoco en los estados de la República que ya cuentan con leyes locales que prohíben fumar en lugares públicos. Lo aceptable, dicen los activistas, son seis meses, pero no dos años.

Otro asunto que debería cambiarse de la minuta elaborada por la Comisión de Comercio que preside Larios es el relativo al tamaño de los pictogramas para que ocupen la mitad del espacio disponible en la cara frontal de las cajetillas. La iniciativa plantea que permanezca en 30 por ciento y la imagen también se incluya en la cara posterior del empaque.

La encuesta difundida ayer también preguntó a los entrevistados sobre la publicidad. Cincuenta y ocho por ciento de la población consideró que la exhibición de anuncios y de los productos del tabaco en los puntos de venta es una forma de promover la adicción, por lo que también deberían prohibirse.

También se encontró que siete de cada 10 personas consideran que los menores de edad aún tienen acceso a publicidad de productos de tabaco, a pesar de que ya está prohibido.

Además, 60 por ciento de los ciudadanos no votarían por un partido o candidato que defienda los intereses de la industria tabacalera.

Más de la mitad de los mexicanos opina que la Secretaría de Salud (62 por ciento), el Presidente (59 por ciento), senadores y diputados (58 por ciento) deben endurecer las políticas de control del tabaco.