Primero que termine su función y luego que participe en el proceso de selección, dicen
Ponen en duda la capacidad del actual procurador para encabezar un organismo autónomo
Martes 17 de febrero de 2015, p. 6
Diputados de las bancadas del PRD, Morena y Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados presentarán este martes una iniciativa de cambios a la Ley de la Fiscalía General de la República, para que el actual procurador, Jesús Murillo Karam, no asuma en automático como titular del nuevo órgano, sino que termine sus funciones y participe en el proceso de selección, a cargo del Senado.
Los legisladores que redactaron la propuesta señalaron que sería un contrasentido para la autonomía de la fiscalía –que incluye un nuevo procedimiento para elegir titular que permanezca en el cargo nueve años– si asume alguien que previamente fue designado por el presidente de la República.
Además, resaltaron que en los lamentables casos de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, la presunta ejecución de civiles por militares en Tlatlaya, y el rechazo a indemnizar a las otomíes Alberta Alcántara Juan y Teresa González Cornelio han derivado en un alto grado de desconfianza
hacia el procurador.
En su iniciativa, los diputados Loretta Ortiz Ahlf (Morena), Elena Tapia Fonllem (PRD) y Ricardo Mejía Berdeja (Movimiento Ciudadano) explicaron que además de las lagunas en la ley de la fiscalía, cuyo decreto se publicó la semana pasada, la continuidad del procurador como fiscal vulneraría al menos dos principios de la autonomía que se busca para la representación social: “las cualidades de integración –al no ser examinado ni designado por una mayoría calificada del Senado– y el carácter apolítico –porque su presencia en la fiscalía derivaría, sin motivación alguna, simplemente del hecho de haber fungido como procurador con un nombramiento presidencial”.
Además, insistieron, la ley deja grandes espacios de discrecionalidad, que en virtud del desempeño del actual titular de la Procuraduría General de la República (PGR), siembra dudas acerca de su capacidad para encabezar una gestión autónoma, ciudadana y comprometida con los derechos humanos
.
Entre los ejemplos de las deficiencias de la PGR señalaron las desapariciones de casi 10 mil personas en lo que va del sexenio, así como los mil 222 expedientes de queja abiertos por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos contra la dependencia.