Washington.

El gobierno de Estados Unidos flexibilizó las restricciones a las importaciones de bienes y servicios de empresas privadas cubanas, medida que permitirá aliviar el embargo de medio siglo a la isla. El Departamento de Estado informó que los estadunidenses podrán comprar cualquier producto de los pequeños empresarios, excepto alimentos, productos agrícolas, alcohol, minerales, sustancias químicas, textiles, maquinaria, vehículos, armas y municiones.

Los artículos permitidos deberán ser producidos por cubanos que operen en una de las 12 categorías autorizadas por el gobierno de la isla. La mayoría de dichos rubros son para servicios, como mantenimiento o reparación de relojes y cafeteras, no para la producción de mercancías potencialmente exportables.

De acuerdo con la ley cubana, los empresarios privados no pueden importar independientemente productos ni exportar éstos y servicios sin licencia del gobierno. Por tanto, nadie debe esperar que los productos cubanos comiencen a llegar en cantidades importantes a Estados Unidos en un futuro inmediato, señaló el director de prácticas internacionales del bufete de abogados Akerman LLP en Florida, Pedro Freyre.

Sin embargo, la posibilidad de exportar artículos cubanos a un mercado masivo, a 150 kilómetros de distancia, podría inspirar a negocios privados a empezar a desarrollar productos para la venta al exterior, agregó. Washington ha dejado muy claro que cambiará el sentido de la política estadunidense para permitir el florecimiento del sector privado de Cuba, apuntó.

Estados Unidos y Cuba anunciaron el 17 de diciembre sus planes para restaurar las relaciones diplomáticas, rotas desde hace más de medio siglo, y el presidente Barack Obama instó a poner fin al embargo económico de 54 años impuesto a su antiguo enemigo de la guerra fría.

En otro asunto, el diario Los Angeles Times consideró que la política migratoria estadunidense hacia Cuba, forjada en la guerra fría, es obsoleta y el Congreso debe revisar la Ley de Ajuste Cubano (LAC). Al igual que el bloqueo comercial y otras sanciones de Estados Unidos contra la isla, esta consideración especial ha sobrevivido a la supuesta utilidad que tuvo hace 50 años y por eso se debe tratar a los migrantes cubanos sin diferenciarlos de los de otras latitudes, indicó.

En un editorial, añadió que el mundo ha cambiado desde que ese estatuto entró en vigor –en 1966– y el Capitolio debe examinarlo para poner fin a este tratamiento especial.

El Times asegura que esa pieza legislativa es obsoleta, al igual que la política de pies secos-pies mojados, establecida en 1995 por el presidente William Clinton, mediante la cual se acepta a los cubanos que arriben a territorio estadunidense y devuelve a los que son interceptados en altamar.