En medio de la disputa por las candidaturas del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para las elecciones de junio próximo, continúan las renuncias de militantes. Esta ocasión Teodoro Palomino, también fundador de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, dimitió. Acusó que el instituto político se pudrió por el pragmatismo de sus dirigentes, al ir en coalición con Nueva Alianza en el Distrito Federal.

Mientras tanto, en la lista de aspirantes a diputados plurinominales perredistas aparece, además del ex jefe del gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, Sergio Mayer, actor y vocero humanitario de la organización de derecho a la identidad legal Be Foundation, quien a principios de enero fue echado de un acto que se realizó en la residencia oficial de Los Pinos con el argumento de que no tenía invitación.

También fue promovido por el presidente del partido, Carlos Navarrete, uno de los ex líderes del movimiento #Yosoy132, Antonio Attolini Murra.

En la lista están los líderes de corrientes René Bejarano (Izquierda Democrática Nacional), Jesús Zambrano (Nueva Izquierda), Carlos Sotelo (Patria Digna) y Vladimir Aguilar (Foro Nuevo Sol).

Asimismo, Luis Maldonado Venegas, secretario general del gobierno de Puebla; la activista de derechos humanos Nashieli Ramírez Hernández y el ex jefe delegacional de Iztapalapa, Jesús Valencia, quien renunció al cargo en enero pasado, tras el escándalo suscitado porque chocó la camioneta de un contratista.

La lista de aspirantes del PRD contiene casi 900 nombres. Además de los citados, José Guadarrama Márquez, Óscar Cantón Zetina, Guadalupe Acosta Naranjo, Salvador Martínez della Rocca, Leonel Godoy Rangel y Antonio Ortega Martínez, entre otros.

En su carta de renuncia, Teodoro Palomino acusó a las direcciones nacional y del PRD en el Distrito Federal de abandonar el compromiso con las causas sociales. “De manera inescrupulosa se hace del trabajo político partidario un negocio familiar al servicio de pandillas y grupos de interés. En la mayoría de los casos ligados a las peores prácticas de la corrupción e incluso de alianzas con sectores del crimen organizado.

“En otros casos, se privilegian negociaciones con el gobierno sin consultar a la militancia y se establecen alianzas electorales impresentables, como la firmada con el Partido Nueva Alianza, representantes de la corrupción orquestada por el charrismo sindical que tanto daño ha causado a la educación.”