Los homicidios dolosos en Matamoros, Tamaulipas, se incrementaron casi 100 por ciento en 2014, respecto del registro de 2013.

En esta ciudad fronteriza, actualmente una de las más violentas de la entidad –y del país– en cuanto a asesinatos, lesiones, delitos sexuales, secuestros y robos, se había logrado una baja sustancial en 2013, luego de una crisis de 142 homicidios de este tipo en el último año del sexenio de Felipe Calderón.

En el primer año del gobierno actual, la incidencia en homicidios dolosos bajó a 47 denuncias, pero el año pasado volvió la tendencia al alza con 88 crímenes dolosos, es decir, intencionales y/o vinculados con las pugnas del crimen organizado. Ese nivel es superior a los 57 de Nuevo Laredo, ciudad que en 2012 tuvo una fuerte crisis de violencia.

Fuentes del gabinete de seguridad consultadas por este diario, afirmaron que el repunte de crímenes se concentra en Matamoros, por una nueva pugna entre dos bandas delincuenciales que buscan el control en el trasiego de armas y drogas, así como del alto flujo de migrantes.

Matamoros está nuevamente en fuego cruzado; ayer se cumplieron siete días de enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y civiles armados.

Persecuciones, balaceras y bloqueos son parte del ambiente cotidiano; los periodistas también son blanco; en días pasado fue levantado el director editorial del diario El Mañana, quien al recuperar su libertad emigró a Estados Unidos junto con su familia y colaboradores.

Sin embargo, el grueso de las fuerzas federales desplegadas en operativos estatales no está ahí ahora, sino en Michoacán y Guerrero.

No tenemos la capacidad humana para estar con gran presencia en todas las entidades federativas. Hoy en día estamos privilegiando el trabajo que se realiza en Michoacán y Guerrero, y ahí se ha ido atemperando la ola delictiva, dijo Monte Alejandro Rubido García, comisionado nacional de seguridad.

En entrevista, el funcionario señaló también que la estrategia de movilidad de los uniformados federales se realiza con base en la coyuntura, de acuerdo con lo que las circunstancias nos van obligando.

Datos compilados por el Sistema Nacional de Seguridad Pública de la Secretaría de Gobernación, con base en la información que le envían las autoridades tamaulipecas, ubican a esta entidad en el primer sitio en cuanto a secuestros.

En 2014 cerró con una tasa de 7.48 plagios por cada 100 mil habitantes, 24.1 por ciento más que en 2013. Las violaciones sexuales subieron 4 por ciento.

A escala estatal, durante 2014 se levantaron 628 denuncias por homicidio doloso, 13.1 por ciento más que durante el año anterior, lo cual equivale a una tasa de 17.93 casos por cada 100 mil habitantes, casi cinco puntos más que la media nacional en este indicador.

Si bien está lejos del 42.69 de Guerrero (la número uno a nivel nacional), es mayor en dos puntos respecto del registro de 2013. La cúspide de la crisis ocurrió en 2012 cuando la tasa de homicidios dolosos llegó a 31 casos por cada 100 mil habitantes.

El pico de los años recientes en territorio tamaulipeco, lo tiene Nuevo Laredo, en 2012, cuando alcanzó una tasa de 74.9

En el caso específico de Matamoros, la tasa de homicidios fue en 2011 de 16.97 por cada 100 mil habitantes, un año después subió a 18 y en 2013, bajó a 9.6. La del año pasado aun no está disponible en los datos oficiales de Gobernación.

En cuanto a percepción de los ciudadanos, la principal preocupación de 70 por ciento de la población de Tamaulipas fue, durante 2014, la inseguridad.

Otra señal de alerta es el porcentaje de delitos no denunciados: en 2013 fue dos por ciento más que la media del resto del país. Tampoco se ha difundido la de 2014.