México encara un contexto desafiante en materia de derechos humanos, como lo demuestra el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, pero esa situación significa también una gran oportunidad para cambiar el rumbo del país, y en esa tarea la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) debe recuperar su liderazgo, señaló la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH).

Ayer, el jefe de la sección de las Américas, Europa y Asia Central de la ONU-DH, Gianni Magazzeni, se reunió en Ginebra, Suiza, con el presidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez.

“La voz del nuevo ombudsman mexicano cuenta con toda la autoridad moral y afronta un contexto desafiante, como ocurre con el caso de Iguala, que resulta doloroso pero al mismo tiempo representa una gran oportunidad para los derechos humanos en México”, dijo Magazzeni, de acuerdo con un comunicado de la CNDH.

Al reunirse en privado, luego de las audiencias del Comité de Naciones Unidas contra las Desapariciones Forzadas (CED, por sus siglas en inglés), el funcionario de la ONU-DH y González Pérez coincidieron en que la CNDH debe ser la voz para señalar los excesos del poder en materia de derechos humanos y garantizar que hechos como los de Iguala no vuelvan a ocurrir.

Tras agradecer el respaldo de dicho organismo, el ombudsman hizo un recuento de las acciones adoptadas por la CNDH en el caso Iguala y dijo estar convencido de que el Estado mexicano debe aceptar la competencia del CED para recibir peticiones individuales.