Las autoridades del país asiático la consideran pornográfica
Jueves 5 de febrero de 2015, p. a10
Los Ángeles-Kuala Lumpu.
Es y será una de las películas de la temporada, sin importar lo que pase en taquilla o lo que digan los críticos: la adaptación al cine de la novela erótica más importante de la última década, 50 sombras de Grey, ya es todo un fenómeno antes de su estreno
Lo es por la enorme expectación que despertó la novela de E.L. James en su momento y por el furor de sus seguidores al saber que habría una versión en Hollywood, que trasladaría a la gran pantalla el romance y la atracción sexual entre el empresario Christian Grey y la joven estudiante Anastasia Steele.
Malasia prohibió ya la exhibición del filme, que tendrá su estreno mundial la próxima semana, por considerarla pornográfica, publicó hoy el diario The Star, que citó a las autoridades responsables de la censura. Los funcionarios consideran que las escenas en las que la protagonista es atada y azotada son sádicas.
Nada en el proceso de esta película ha sido silencioso o ha carecido de relevancia, empezando por las apuestas en las redes sociales sobre quiénes se llevarían dos de los papeles más seductores para los jóvenes actores de la industria.
Después de meses de pruebas, los productores se decantaron por Dakota Johnson, la hija de Melanie Griffith y Don Johnson, y por el británico Jamie Dornan, conocido por su papel en la serie Once Upon a Time.
Aunque la cinta dirigida por Sam Taylor-Johnson se toma licencias respecto a la primera de las novelas de E.L. James que componen su trilogía erótica, el guión de Kelly Marcel es bastante fiel a la idea original. Es decir, cuenta la historia de Anastasia y de su poderosa atracción por Grey, del que después descubre su deseo de dominación al comenzar la relación.
A partir de ahí se despliega el sexo en la trama, sin duda lo que ha hecho que se hayan vendido más de 100 millones de ejemplares en todo el mundo y que sea la edición de libro de bolsillo de venta más rápida de todos los tiempos.
Por eso se espera que haya dosis suficientes de bondage, disciplina, dominación, sumisión y sadomasoquismo en la película, una carga que han teni- do que sobrellevar Dornan y Johnson durante el rodaje, pero sin caer en lo excesivo, lo demasiado gráfico o lo pornográfico.