Al empezar el torneo, Gerardo Flores y sus compañeros de zaga en Cruz Azul –Fausto Pinto, Francisco Maza Rodríguez y Julio César Domínguez– acordaron cumplir el crucial trabajo de impedir que los rivales anotaran. Han pasado cuatro jornadas y la portería de Cruz Azul sigue intacta. Sumaron en el fin de semana 360 minutos sin recibir gol, un récord para La Máquina.

Si embargo, Flores advirtió: No es una obsesión mantener el récord. Habíamos planeado semanas de conseguir tres puntos, o uno, pero el récord de no recibir goles vino añadido.

Si bien atrás han funcionado de manera eficaz, en la delantera no han conseguido ampliar la cuenta de La Máquina. Cuatro fechas sin goles en contra, pero con pocos a favor, apenas un par.

El equipo es sólido atrás, falta adelante, pero estoy convecido de que empezaremos a equilibrar las líneas en lo que viene del torneo, confió.

Flores reconoció que la baja del refuerzo paraguayo Roque Santa Cruz se resintió en el equipo. En la primera fecha no jugó ni el primer cuarto de hora y tuvo que ser relevado por una lesión.

La calidad de Roque es incuestionable y todo lo que aporta, explicó. Todos los equipos lo quisieran, lo tenemos nosotros y hay que aprovecharlo.

Sin embargo, señaló que nadie es indispensable en este equipo, pues nosotros estamos hoy adentro de la cancha, pero afuera tenemos calidad futbolística en aquellos que esperan una oportunidad.

Aunque hay urgencia de anotar, Flores es optimista y está convencido que el mejor Cruz Azul, el más ofensivo y equilibrado, está por hacerse presente.

Les aseguro que en el próximo partido contra Monterrey habrá espectáculo y goles, nuestra afición quedará contenta.