Al conocerse la dimensión de la tragedia en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, el presidente Enrique Peña Nieto publicó en la mañana cuatro mensajes en su cuenta de Twitter; el primero fue para expresar su tristeza y solidaridad con los heridos y los familiares de quienes perdieron la vida en el accidente.

Por la tarde, el mandatario acudió al Hospital ABC –nosocomio donde se concentró el mayor número de lesionados– para visitar a algunas de las víctimas. Llegó acompañado de su esposa, Angélica Rivera, de la secretaria de Salud federal, Mercedes Juan, y del jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera. La estancia fue de menos de una hora y el acceso muy restringido. Ahí, deseó una pronta recuperación a los lesionados y anunció el apoyo de las autoridades federales para reconstruir el nosocomio siniestrado.

Las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina activaron sus respectivos planes de auxilio en casos de desastre para apoyar a las víctimas de la explosión, y ésta última concentró en el área afectada personal médico, ambulancias, expertos en explosiones y binomios caninos de búsqueda y rescate.

Además, los hospitales federales se movilizaron para ofrecer sus instalaciones a pacientes lesionados en el estallido, aunque sólo se requirió el traslado de dos personas al Centro Nacional de Atención a Quemados de la Secretaría de Salud; dos más fueron llevadas al hospital de Ginecobstetricia número 4 del IMSS, igual número en el Instituto Nacional de Rehabilitación, y uno más en el Hospital General de México.

También el gobernador del estado de México, Eruviel Ávila Villegas, puso a disposición del gobierno del DF las unidades de rescate aéreo Relámpago, ambulancias del servicio de urgencias de la entidad y los hospitales de especialidad, ubicados en territorio mexiquense. Esto durante la inauguración de la reunión plenaria de senadores del PRI y del PVEM, que se llevó a cabo en municipio de Ocoyoacac.

(Rosa Vargas, Jesús Aranda, Andrea Becerril, Ángeles Cruz e Israel Dávila, corresponsal)