Tierra Nueva, SLP.

A un costo de 2 mil 764 millones de pesos, el gobierno federal puso en marcha hoy un acueducto de 132 kilómetros para abastecer de agua a la zona metropolitana de la capital potosina.

Y desde aquí mismo, también, develó la placa inaugural del gasoducto Tamazunchale-El Sauz, de 235 kilómetros, para surtir del energético a Hidalgo, Querétaro y el propio San Luis Potosí, en el cual el sector privado invirtió 6 mil millones de pesos.

En este caso, dijo, se trata de dar mayor seguridad al país en este renglón y poner a disposición energía más barata y limpia. Ponderó entonces la participación del capital de particulares en ese tipo de obras. Ello, porque así se acompaña el esfuerzo del gobierno que sin duda, por sí solo no tiene la capacidad financiera para detonar los proyectos necesarios para lograr la seguridad energética del país.

En su reiterado discurso de acreditar los beneficios de las reformas estructurales aprobadas el año pasado, Peña Nieto se congratuló del anuncio del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), según el cual en la primera quincena de enero la inflación fue la más baja en 25 años en un periodo similar.

El mandatario ubicó ese índice de crecimiento de precios en 3.08 por ciento, aunque en realidad el reporte del Inegi lo establece como la tasa anual de inflación. Ese dato, además, ya no fue incluido en la versión oficial del discurso presidencial.

Abasto de agua para 30 años

Respecto al acueducto El Realito, el titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), David Korenfeld, resaltó la necesidad de enfrentar la actual demanda de 3 mil 96 litros por segundo en la zona metropolitana de San Luis Potosí, uno de los estados con mayor sequía del país y donde mientras en los años 60 el agua se extraía a 84 metros de profundidad; actualmente se obtiene a 210 metros y ha llevado a un índice de sobrexplotación del acuífero de ciento por ciento.

Con esta obra se garantizará el abasto para los próximos 30 años y se dejarán de extraer 31 millones de metros cúbicos, con lo cual se mitigarán también los hundimientos del suelo. Se prevé además una segunda etapa donde, además de dar sustentabilidad al organismo operador, se saneará la totalidad de las aguas residuales de la región.

Se trata, diría después el mandatario, de la tercera obra de este tipo puesta ya en operación en estos dos años. Las otras son Chicbul, en Ciudad del Carmen, y Lomas de Chapultepec, en Acapulco. Suman ya 286 kilómetros de los mil 100 proyectados para garantizar agua potable a 15 millones de mexicanos.

Peña Nieto, quien momentos antes puso en operación el acueducto, bromeó con el fuerte viento en medio del desértico espacio donde se encuentra la obra: Espero que la estructura de esta lona nos aguante. Dicen que está así desde ayer, pero yo creo que a todos nos ha de tener un poco nerviosos ver tanto soplar, moviendo, como queremos que se mueva México, y aquí se está moviendo también.

Luego, al insistir en el tema de los beneficios de las reformas, se refirió también a la entrega de millones de televisores para realizar el apagón analógico y a otras ventajas para las familias y los negocios, con la plena incorporación a la era digital.

El Presidente visitó San Luis Potosí el mismo día de la postulación de Juan Manuel Carreras como candidato del Partido Revolucionario Institucional al gobierno del estado. Funcionarios de Los Pinos aseguraron que Peña Nieto no habló ni se vio con el aspirante.

Sí recibió, en cambio, los elogios del gobernador Fernando Toranzo: los potosinos le manifestamos nuestra gratitud; le reiteramos nuestro apoyo incondicional a su gobierno.