El entrenador Adrián Navarro afirma que será más recordado en la marcha mundial como el juez mexicano que descalificó al polaco Robert Korzenioswki para que Carlos Mercenario ganara la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, porque difícilmente se podrá conseguir otra presea en la disciplina, al encontrarse en la peor situación en la que todos se pelean por las estrellas.

A siete meses del Campeonato Mundial de Atletismo que se realizará en China, el técnico capitalino señala que ahí será la escala y nos dirá cómo está la marcha, la cual no tiene buenos augurios, y visualiza un panorama perdido que se extenderá con el ciclo olímpico en Río de Janeiro 2016.

Con ironía señaló que el proyecto nacional para la disciplina, que se echó andar hace un año, sólo ha evidenciado la continuidad de que no se ha trabajado y no porque los andarines o entrenadores se nieguen a hacerlo, sino porque no están a gusto con lo que les impusieron, al dejar a los preparadores que los formaron para ser asesorados por otras personas que han dañado a la caminata, comenzando con el presidente de la Federación, Antonio Lozano, al que califica como el mago del atletismo.

Pese al infarto que sufrió en el ojo y una arritmia cardiaca hace tres meses, Navarro dirige a un grupo de prospectos que entrena en las instalaciones del Centro Deportivo Olímpico Mexicano y en la pista del estadio Jesús Palillo Martínez por prestar sus servicios en el Instituto del Deporte del Distrito Federal.

Comenta que con la ayuda de su familia, Dios y médicos pudo librarla durante el tiempo que fue atendido en el IMSS e ISSSTE, donde le descartaron el marcapasos, siempre y cuando siguiera las indicaciones de los galenos, porque también sufrió mucha depresión.

Recibió apoyo de entrenadores, atletas y amigos que estuvieron pendientes de su salud, porque casi estuve a punto de darles un susto, comenta serio, aunque luego estalla en risa porque seguramente, en la caminata, lo recordarán más por lo que hizo hace 22 años como juez internacional.

En el kilómetro 15 sancionó a Korzeniowski y al final mandó la tarjeta para su descalificación casi al llegar al estadio. Por eso Mercenario ganó la medalla de plata, pero tenía que hacerlo porque fue el único metal que obtuvo México y le costó la renuncia a Raúl González como presidente de la Comisión Nacional del Deporte, que no fue aceptada, aunque perdió el control del alto rendimiento.

El entrenador de 66 años asegura que desde ahí comenzó la debacle de la marcha: Ya no tenemos competencias ni seriales, todo es el Challenge y los que no califican se pierden. No hay motivación en los jóvenes, no les gusta el deporte y están más metidos en juegos de videos, computadoras y la mayoría son obesos. Desde Sydney 2000 la caminata se vino abajo.