‘‘Son los más pobres entre los pobres’’
Lunes 19 de enero de 2015, p. 5
En el contexto de la Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado, la Dimensión Episcopal de Movilidad Humana (Depmh) se manifestó en contra de las persecuciones y deportaciones de los migrantes y se comprometió a continuar brindando asesoría y acompañamiento a quienes ‘‘recorren grandes distancias y enfrentan situaciones difíciles, incluso inhumanas’’, en busca de mayor bienestar para sus familias.
Arturo Montelongo Mercado, secretario de la Depmh, expuso que dicha instancia de la Comisión Episcopal de Pastoral Social ‘‘seguirá tendiendo puentes’’ con la Secretaría de Gobernación, Instituto Nacional de Migración, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Organización Internacional para las Migraciones, Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia y Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
En un comunicado, Montelongo Mercado sostuvo que los migrantes se encuentran en situación de vulnerabilidad. Reconoció el trabajo que realizan religiosos y feligreses en los albergues existentes en el país. ‘‘Llevan a cabo sus actividades con grandes carencias y se enfrentan a la incomprensión e incluso persecuciones’’, señaló.
Oró por los migrantes y por quienes los ayudan, ‘‘para que se sientan muy cercanos unos de otros, en el camino o detrás de un escritorio’’, y para que continúen desarrollando trabajos en favor de los más pobres entre los pobres.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Migración, anualmente emigra un millón de mexicanos a Estados Unidos, y dicho país repatria 400 mil connacionales; se estima que en el país vecino viven actualmente 11 millones de mexicanos.