Con la idea de captar nuevos lectores, así como incentivar la cultura de la devolución y la solidaridad, se reactivará el masivo programa de fomento a la lectura Para Leer de Boleto en el Metro (segunda temporada 2), con el lanzamiento de una antología que integra relatos, cuentos y poesía, este viernes 9 de enero, a las 9 horas, en la estación Etiopía.

Luego de sus distintas versiones e interrupciones, y a seis años de que se realizó por última vez, de nueva cuenta se articula dicho programa masivo de fomento a la lectura, con el auspicio y organización –en esta oportunidad– de la asociación Para Leer en Libertad, el Sistema de Transporte Colectivo Metro, la empresa de cosméticos Sophie y el Gobierno del Distrito Federal.

Con el lema Tómalo, léelo y devuélvelo, el usuario, sin ningún trámite, podrá tomar un ejemplar de los estantes que se encontrarán pasando los torniquetes en las estaciones de la línea tres del Metro, la cual da servicio a unas 850 mil personas.

De acuerdo con la promotora cultural Paloma Sáiz, coordinadora del proyecto, se pondrán en circulación 250 mil ejemplares de un libro que reúne a distintos autores.

Lo único que se solicita, comenta Sáiz, es que el libro sea devuelto cuando la persona salga del Metro.

El programa tendrá una duración en primera instancia de cuatro meses, para luego poner en circulación otra antología. La idea es fomentar no sólo la lectura, sino de manera paulatina incentivar la cultura de la devolución y la solidaridad, para luego ir abarcando otras líneas del Metro.

Para poner en marcha el proyecto se integró una antología con cuentos, relatos y poesía de los autores Cristina Pacheco, Luis Humberto Crosthwaite, Enrique González Rojo, Jorge F. Hernández, Gerardo de la Torre, Héctor de Mauleón, Elmer Mendoza, Óscar de Pablo, Adriana Malvido y Rosa Beltrán.

Se tiene proyectado, para las próximas publicaciones, incluir un acto de una obra de teatro.

Cuando se articuló el primer programa Para Leer de Boleto en el Metro, en 2004, recuerda Sáiz, se produjo un curioso fenómeno: No todos los días se devolvían las mismas cantidades. Por ejemplo, los viernes casi no había devolución, porque suponemos que se lo llevaban a su casa. Sin embargo, el lunes devolvían muchos. Se logró medir que había hasta 71 por ciento de devolución, lo cual fue muy sorprendente, señala.

Eso demostró que el programa funcionaba, aunque después hubo otras versiones no tan afortunadas e igual hubo periodos en que se suspendió. La última vez que se puso en práctica fue en 1999, recuerda Sáiz.

No hay que perder de vista, explica, que la gente en el Metro siempre va de prisa, aunque no la tenga, y que es importante poner en las manos de los usuarios un libro y no un cuadernillo de lectura. Un libro difícilmente lo vas a ver tirado en un bote de basura, un cuadernillo sí.

El programa Para Leer de Boleto en el Metro tuvo en su momento tal éxito que fue reconocido a escala internacional y algunos países la han invitado a ponerlo en práctica, de acuerdo con las condiciones de cada transporte colectivo, comenta la especialista.

No satanizamos a aquellos que se lleven el libro, pues entendemos que en casa también se puede leer. Pero sí queremos fomentar la cultura de la devolución y solidaridad, reitera Sáiz. Ello es porque si alguien está leyendo un cuento o un relato, y de pronto desaparecen todos los libros, esa persona se queda a la mitad.

Ante ello y en todo caso, para que no se lo tengan que llevar, también se instrumentó que el libro se puede consultar o imprimir de la página web de la Brigada Para Leer en Libertad.

Por ello el lema es Tómalo, léelo y devuélvelo, con el propósito de ser solidario con el otro a través de un libro y la lectura.