En la agenda del encuentro que sostendrán la próxima semana los presidentes de México, Enrique Peña Nieto, y de Estados Unidos, Barack Obama, están los temas de migración, seguridad y justicia, y entre estos últimos el caso Ayotzinapa, según reveló el subsecretario de Relaciones Exteriores para América del Norte, Sergio Alcocer Martínez de Castro.

En relación con los 43 normalistas desaparecidos el 26 y 27 de septiembre pasado en Iguala, Guerrero, lo que Peña Nieto comentará a Obama es la preocupación del gobierno mexicano por un fenómeno de violencia que no se circunscribe sólo a nuestro país, sino a diferentes partes del mundo. Incluso, destacó, dentro de Estados Unidos se han suscitado hechos violentos en regiones de Misuri, por mencionar un caso.

Agregó que el Ejecutivo federal expresará el reconocimiento del gobierno mexicano al estadunidense por el respaldo prestado en las investigaciones en torno a los sucesos de Iguala, que se concretó en la participación de personal del FBI para analizar estudios de ADN, y el ordenamiento de la información alrededor de esto. Es la única colaboración que se ha recibido del vecino país del norte, precisó.

En conferencia de prensa, en la que fue cuestionado sobre las repercusiones del caso Ayotzinapa en la visita de trabajo de Peña Nieto a Washington, el próximo día 6, Alcocer Martínez resaltó que, como el propio Presidente ha manifestado, el gobierno de México también está preocupado por este incidente. Está molesto e indignado por lo que sucedió; incluso ha calificado muy claramente de barbarie lo ocurrido en torno a la suerte que corrieron los normalistas de Ayotzinapa.

Expuso que diversos países han ofrecido su colaboración, como Austria, Argentina, Chile y Estados Unidos. Mencionó que el propio titular de la Procuraduría General de la República, Jesus Murillo Karam, se refirió al respaldo de la administración de Obama.

Rechazó que a partir del ataque a los normalistas en Iguala se haya dado mayor relevancia a la cooperación con Estados Unidos en el combate al narcotráfico o se pretenda renovar el acuerdo en materia de seguridad. La estrategia común para frenar el trafico de drogas, siempre ha sido prioritaria, sostuvo.

Por lo que toca al tema de seguridad, agregó, será uno de los tres de la agenda a discutir, pero no se tiene previsto modificar ninguno de los mecanismos ya establecidos. Más bien es el dar cuenta de los avances que hemos tenido y plantearnos los retos y más metas para este año.

Expuso que se trata de la primera visita de trabajo de Peña Nieto al vecino país, toda vez que una anterior la realizó como presidente electo. El propósito de este viaje, detalló, es dar mayor profundidad a la asociación estratégica entre México y Estados Unidos. Eso implica revisar el estado que guardan los varios mecanismos que se crearon en mayo de 2013 y plantear las metas para 2015.

El encuentro, dijo, será una oportunidad para que Peña Nieto haga un reconocimiento al presidente Obama por las acciones que éste tomó el 20 de noviembre pasado en materia migratoria, las cuales beneficiarán a casi 4 millones de inmigrantes mexicanos que podrán acogerse a ese programa, que postergará el peligro de ser repatriados.

En ese sentido, precisó, el gobierno mexicano trabaja de manera muy profunda para estar absolutamente listos para las demandas que recibamos de los connacionales en Estados Unidos, con el propósito de ofrecerles la documentación que requieran para acogerse a este programa.