La salida de varios jugadores referentes de Santos abre la posibilidad de que cualquiera pueda asumir esa responsabilidad, consideró el defensa Carlos Izquierdoz. El peso simbólico que cargaron Oswaldo Sánchez, Darwin Quintero y Juan Pablo Rodríguez ahora deberá ser compartido por todo el plantel, señaló.

Si un día antes el entrenador Pedro Caixinha planteaba que era parte de una renovación generacional, Izquierdoz expuso que también hace más horizontal la responsabilidad que ya no recaerá en algunos nombres sino en el esfuerzo colectivo.

Ni siquiera será en los 11 dentro de la cancha sino en todo el plantel, todos somos iguales en este equipo, dijo el zaguero, quien descartó que la ausencia de los jugadores que ya no estarán la próxima temporada provoque una caída del equipo.

Esperemos a que empiece el torneo y demostraremos que están equivocados, desafió, aunque reconoció las huellas que dejaron en el equipo Oswaldo, Darwin y el Chato Rodríguez.

Los nombres quedaron por sus trayectorias y porque hicieron algo en el club. Nosotros, los que nos quedamos, vamos por meternos a la historia, indicó.

Relevo generacional

Las oportunidades que se abren con el relevo generacional son un aliciente para los jóvenes que buscan una oportunidad, dijo Izquierdoz, y apuntó que el próximo torneo el equipo será joven pero con mucha experiencia.

Si uno se pone a analizar hay muchos jugadores en Santos que superan los 100 juegos en primera división. Muchos ya fueron campeones, algunos seleccionados juveniles, otros mayores, pero eso no indica nada. Es un equipo con edad corta pero también tenemos capacidad, agregó.

Néstor Araujo, un zaguero que ha tenido poca actividad en Santos, también tiene buenas expectativas con el nuevo escenario en el cuadro lagunero. Dijo que la competencia será mayor para cumplir los roles vacantes, pero también abre puertas a jugadores que han esperado ser tomados en cuenta.

“Los cambios en el equipo nos dejan un gran compromiso, No sé si estuvieron bien o mal, pero ahora no nos queda sino responder, expuso el jugador, integrante de la selección que ganó el oro en Londres 2012.

Lamentó que no haya tenido los minutos de juego que esperaba en Santos, pero insistió en que este deporte requiere de mucha paciencia: Siempre queda la espinita de querer jugar, pero hay que saber esperar.