Jhonny González no está impaciente por dar la revancha a Ábner Mares. Sabe que haberle arrebatado el título pluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) aquella noche de agosto de 2013, con un nocaut brutal, le dio lustre a su carrera.

Si alguien será beneficiado por esa revancha será Ábner Mares, dice Jhonny González, a la espera de que se resuelva su futuro sobre la lona para 2015. Él es quien tiene que pedir la oportunidad; yo gané nombre cuando lo noqueé, y gané más nombre cuando peleé contra Jorge Arce (octubre de 2014).

Jhonny tiene la seguridad, tal como lo enuncia, de que sus bonos subieron este año a punto de terminar. Aunque inició con poca actividad, esperando la recuperación de una lesión de Mares, que fue puesta en duda por algunos, lo esperó hasta que se canceló ese combate. Sólo dos peleas en este año, pero la última ante Travieso Arce, aunque criticada porque no se le reconocía como un rival adecuado, le generó mucha publicidad, buenas ganancias y rating televisivo, que alcanzó cerca de 18 millones de espectadores.

Por eso lo que sigue no será buscar los mejores nombres, sino mejores sueldos, afirma Jhonny. Voy a optar por la mejor oferta, y puede ser que no sea el de más prestigio si esto significa que yo tenga mejor paga.

Aunque Ábner había dicho que ya no estaba buscando la revancha, en semanas recientes volvió con el interés de sacudirse la sombra de aquel nocaut que le quitó lo invicto y el título mundial.

Jhonny verá qué es lo que más le conviene, pues en la reciente convención del CMB se anunció que habría dos eliminatorias de las que saldrían los rivales para un par de defensas obligatorias.

Existe la opción de una defensa voluntaria, aclara el presidente del CMB, Mauricio Sulaimán. Ese combate a elección podría ocurrir antes de las dos peleas obligatorias, continúa el directivo, si son relevantes para la carrera de Jhonny González.

El campeón aguarda la mejor oferta, porque si pudiera elegir, confiesa, escogería al jamaiquino Nicholas Walters, quien noqueó al filipino Nonito Donaire.

Walters viene muy fuerte y es el tipo de rival que me gustaría, pero hay que ver si me conviene económicamente, aclara.

La paciencia de Jhonny proviene de esa amplitud de opciones, porque considera que Ábner debe demostrar que es mejor boxeador que aquel que cayó antes de que terminara el primer asalto en agosto de 2013.

En la pelea pasada (contra José Ramírez el 7 de diciembre de 2014) Ábner tuvo un rival cómodo para que se luciera, sostiene Jhonny. Ya es momento de que demuestre si está listo para enfrentar a los mejores de la división.