La lucha va a continuar; el gobierno sólo nos ha dado omisiones, insisten
El pueblo organizado no va a olvidar el agravio de Ayotzinapa, dice una activista a los guerrerenses
Jueves 18 de diciembre de 2014, p. 19
Cientos de personas realizaron ayer una marcha de las inmediaciones de la estación Universidad del Metro a la iglesia Del Cristo, en la colonia Pedregal de Santo Domingo, delegación Coyoacán, para sumarse a los reclamos de justicia y verdad de los padres de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos tras los hechos violentos del 26 y 27 de septiembre pasado.
Alrededor de las 6 de la tarde, habitantes de varias colonias de la zona –entre ellas Santo Domingo, Ajusco, Ruiz Cortines, Santa Úrsula y Díaz Ordaz– dieron la bienvenida a un grupo de padres de los estudiantes agredidos, quienes arribaron a la esquina de Ahuanusco y Aile en medio de vivas y aplausos.
En la vanguardia de la marcha se ubicaron Adán Abraján de la Cruz, Mauricio Ortega Valerio, Bernardo Flores Alcaraz y Julio César López Patolzin, quienes portaron fotografías de sus hijos desaparecidos, seguidos por decenas de personas que llevaban figuras de papel con las imágenes de Emiliano Zapata y Francisco Villa.
Luego de transitar por calles como Pascle, Xochiapan y Canahutli, la caminata llegó al Centro de Artes y Oficios de la Unión de Colonos de Santo Domingo, donde hicieron la primera escala.
Ahí, el padre de uno de los jóvenes desaparecidos enfatizó que la lucha de los familiares de los normalistas va a continuar, y lamentó que lo único que el gobierno nos ha dado son omisiones
en su labor de investigar y esclarecer el caso.
Frente a la primaria Samuel Delgado Moya, en la esquina de Papalotl y Escuinapa, los asistentes a la marcha hicieron una segunda parada, donde otro de los padres reiteró su exigencia de que el gobierno les entregue vivos a sus hijos y manifestó que el fenómeno de las desapariciones forzadas no sólo ocurre en Guerrero, sino en todos los estados del país.
Al llegar a un costado de la iglesia Del Cristo, en la esquina de Jilotzingo y Copal, los familiares de los estudiantes de Ayotzinapa reiteraron ante cientos de personas su demanda de que el gobierno esclarezca el paradero de sus hijos, los presente con vida y castigue a los responsables del ataque ocurrido en Iguala.
En nombre de los habitantes de los Pedregales, una activista, que sólo se identificó como doña Fili, dio la bienvenida a los padres de los normalistas; subrayó que el pueblo organizado no va a olvidar el agravio de Ayotzinapa, como no ha olvidado otras ofensas históricas, y regaló a los familiares de los jóvenes una piedra del volcán Xitle, como ofrenda simbólica de solidaridad
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