El barítono mexicano Alfredo Daza celebró anoche 100 representaciones de dar vida a uno de los personajes más emblemáticos de la ópera mundial, el entrañable Fígaro, de El Barbero de Sevilla, de Gioachino Rossini (1792-1868), en la Staatsoper de Berlín.

La primera vez que Daza interpretó al personaje fue en el Teatro Calderón, invitado por la Universidad Autónoma de Zacatecas, en México, en 1996.

A esa representación se suman la de Washington en la Ópera Nacional y en la Ópera de Los Ángeles, invitado por Plácido Domingo, así como en la Ópera de Roma, de Colonia y la de Berlín, por mencionar algunas.

A través de los años, la voz de Alfredo Daza ha madurado hacia papeles del repertorio verdiano, que se caracterizan por matices más dramáticos y orquestaciones más robustas.

Su repertorio actual incluye papeles, como Renato, en Un baile de máscaras; Rodrigo di Posa, de Don Carlo; Francesco, de I Masnadieri; Germont, de La Traviata, y el Conte di Luna, de El trovador, así como Macbeth y Rigoletto.

El cantante mexicano Alfredo Daza (de pie), en una de sus interpretaciones como el Fígaro, en El barbero de SevillaFoto cortesía de la Staatsoper de Berlín

Daza participó también como Tadeo Céspedes en el estreno mundial de Dulce Rosa, del compositor Lee Holdridge, bajo la batuta de Plácido Domingo en 2013.

El barítono ha compartido créditos con algunos de los más destacados cantantes y directores del mundo, como sir Simon Rattle, Daniel Barenboim, Maurizio Benini, Gustavo Dudamel, Anna Netrebko, Jonas Kaufmann y Plácido Domingo.

Para 2015, además de sus presentaciones con la Staatsoper de Berlín, Daza regresará a Japón, con la New National Theater de Tokio, al tiempo que prepara nuevos papeles estelares en su repertorio, como el de Valdeburgo, de La Straniera, de Vincenzo Bellini (1801-1835), que habrá de debutar en Berlín con la soprano eslovaca Edita Gruberova.