Niega daño al erario por anomalías en la adquisición de camillas
Jueves 11 de diciembre de 2014, p. 38
Querétaro, Qro.
El secretario de Salud, Mario César García Feregrino, reconoció que es propiedad de su esposa la casa donde tiene su domicilio Comercializadora CEM, empresa registrada de manera irregular en el padrón de proveedores, la cual vendió a la dependencia 75 camillas sin cumplir las especificaciones ofrecidas.
El inmueble es rentado desde hace 10 años a la compañía, pero eso no implica que él haya incurrido en favoritismo hacia esa empresa ni en enriquecimiento inexplicable, aseguró.
La contraloría interna de la dependencia aún investiga las presuntas irregularidades detectadas en la compañía, cuyo accionista principal es amigo del secretario, según ha reconocido éste.
Gabino Soto Parra, ex trabajador de la Secretaría de Salud, presentó hace un año dos denuncias por una licitación presuntamente irregular para adquirir 73 camillas a CEM, cuyo propietario, José Isaic Pérez Uribe, tiene registrado como domicilio fiscal un inmueble propiedad de Cintya María Jiménez Ontiveros, esposa del secretario de Salud.
García Feregrino indicó que conoce a José Isaic Pérez desde hace 10 o 12 años, que es su amigo, como muchos queretanos proveedores de la Secretaría de Salud
o que le han solicitado atención en su consultorio privado.
Explicó que hace 10 años firmó un contrato de arrendamiento con Isaic Pérez para que éste utilizara el inmueble propiedad de su esposa.
El funcionario indicó que todo lo relacionado con el inmueble está abierto a las investigaciones que ordene el órgano de control interno.
Sobre las pesquisas por las irregularidades en la licitación y la entrega de camillas que no cumplen las especificaciones solicitadas, señaló que no conoce los detalles porque es ajeno
a lo ocurrido, pero sabe que el área jurídica rescindió hace tres o cuatro meses el contrato a CEM.
Un número no revelado de las 73 camillas permanecen guardadas como parte de la investigación y están respaldadas con una garantía.
García Feregrino aseveró que no hubo daño al erario por esta transacción y que él no participa en los procesos de licitación, donde, aseguró, llegan a disputarse contratos hasta de 60 o 70 millones de pesos.