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El cineasta fue condecorado con la Legión de Honor de Francia

A sus 106 años, Manoel de Oliveira asegura que continuará filmando
 
Periódico La Jornada
Miércoles 10 de diciembre de 2014, p. 9

Lisboa.

La fantástica vida de Manoel de Oliveira es cada día un poco más extraordinaria. El cineasta en activo de más edad en el mundo cumple el jueves 106 años y, por ahora, sigue sin pensar en la jubilación.

En una de las raras entrevistas que concede, la revista Variety le preguntó a fines de noviembre si tenía planes para rodar otra película, a lo que el cineasta respondió sin dudar: Claro.

Para los amantes del cine de autor, De Oliveira es hoy día más actual que nunca. Los grandes del cine se ponen a sus pies. Es un fenómeno de la naturaleza, dijo de él recientemente el actor estadunidense John Malkovich. Antes de soplar las velas del pastel de cumpleaños, este hombre alto y delgado recibió este martes la máxima condecoración francesa: las insignias de gran oficial de la Legión de Honor. La distinción le fue impuesta por el embajador de Francia en Portugal, Jean-François Blarel, en una ceremonia en el museo de la Fundación Serralves, importante institución cultural de la ciudad natal del director de cine.

Manoel de Oliveira es el cuarto portugués distinguido por Francia como gran oficial de la Legión de Honor.

La más reciente de las más de 50 películas que ha rodado el realizador, quien comenzó a trabajar en la época del cine mudo, llegará a las salas en Portugal puntualmente para su aniversario. El corto O Velho do Restelo se estrenó en septiembre en el Festival de Venecia y luego pasó por diferentes certámenes cinematográficos. La película fue bien recibida, dijo Cristina Almeida, de la productora O Som e a Fúria.

En el corto Oliveira presenta el encuentro de iconos de la literatura portuguesa a lo largo de los siglos como Luís de Camões, Teixeira de Pascoaes y Camilo Castelo Branco con el personaje literario de Don Quijote, que conversa con ellos sobre Dios y el mundo. Es una reflexión sobre la humanidad, señaló el escritor.

De Oliveira nació en el seno de una familia rica, en Oporto, en 1908. Ahora camina apoyado en un bastón, pero sigue con la voluntad y el ánimo para seguir peleando por sus películas.

Se enfrenta a poderosos, critica la política de recortes del gobierno en Lisoba y deja sentir en sus últimas obras la impronta de la crisis en su país, que se está empobreciendo rápidamente.