Ayotzinapa no es un tema local, es un tema de fondo y queremos decir que no pensamos olvidar el tema de los 43, dijo Rafael Barajas El Fisgón en una mesa redonda realizada como parte del Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta, que se realizó en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara y en la que fue entregado el premio La Catrina a Sixto Valencia Burgos, dibujante de Memín Pinguín.

Acompañado por Antonio Helguera y José Hernández, moneros de La Jornada, así como por Rius, Erasmo, Patricio y Rapé, El Fisgón hizo un pronunciamiento en nombre de los caricaturistas acerca de la situación que se vive en México.

El peso del dinero

“Ayotzinapa pone en evidencia varios asuntos que son muy gordos e importantes. Uno de ellos es que cuando una agrupación policiaca detiene a 43 estudiantes y los entrega a un grupo criminal, eso ya es narcoestado, es característico de un narcoestado, y nos preocupa qué tan extendido está ese narcoestado en México, porque los datos son preocupantes”, dijo el caricaturista, investigador e historiador.

El peso del dinero del narco en la economía mexicana es enorme, añadió, y podría ser de hasta 56 mil millones de dólares. Eso es preocupante si consideramos que los ingresos por petróleo no llegan a 30 mil millones de dólares, y las remesas, a 27 mil millones de dólares. Hay que recalcar que ese dinero se lava en las instituciones financieras convencionales, y una buena parte se lava en las campañas políticas: la más cara de los últimos tiempos ha sido la de (Enrique) Peña Nieto, que gastó, según nuestras estimaciones, cerca de 50 mil millones de pesos.

El lavado de dinero no se persigue

En México la persecución del lavado de dinero es inexistente. En un país como México, gastar eso es altamente sospechoso. El tema de Ayotzinapa no es un tema local; es un tema de fondo y queremos decir que no pensamos olvidar el tema de los 43. ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos! Y pedimos la renuncia de Peña Nieto, porque ese señor ya no gobierna.

Poco antes Rius, El Fisgón y Kemchs presentaron sus libros más recientes, que van desde el corrosivo humor del primero, la investigación histórica del fascismo en México del segundo y una recopilación de 35 años de trabajo del tercero.

En su libro La raíz nazi del PAN, Rafael Barajas expone cómo en su fundación, el Partido Acción Nacional –que se autodenomina el gran promotor de la democracia en México– tenía fuertes nexos con el fascismo, pues surgió en 1939, año en que llegó Francisco Franco al poder en España y se gestaba la Segunda Guerra Mundial.

Yo me lo creía hasta que en una ocasión fui a una exposición en El estanquillo sobre el fascismo en México, donde encontré una serie de materiales que daban cuenta de que el PAN era parte de la quinta columna nazista en México, dijo en la presentación del ejemplar dentro de la FIL.

Afirmó que la revista La Reacción, que aunque sin reconocerlo fue el órgano oficial panista en los años de su surgimiento, era una revista pro nazi por completo. Entre sus colaboradores había personajes como Carlos Ruel, Eduardo Payán, el Dr. Atl y los nombres de varios de los fundadores del PAN y miembros del primer comité ejecutivo nacional como Nemesio García Naranjo, Alfonso Junco y Manuel Gómez Morín.

Esta revista nos permite documentar, fuera de toda duda, los vínculos del PAN con el nazismo. El PAN estaba ligado de manera directa al fascismo por varias ramas y caminos.

El surgimiento del PAN, dijo El Fisgón, forma parte de una oleada mundial pro fascista y contrarrevolucionaria, en especial en el México de esa época. Y los fundadores panistas vienen de movimientos como el cristero y sinarquista, tomando a Adolfo Hitler como inspiración, porque en esa época el dirigente alemán tenía muy buena imagen en México y lo seguían abiertamente intelectuales como José Vasconcelos y hasta el principal redactor de la Constitución de 1917, Luis Cabrera.

“Gómez Morín era fascista. En la revista La Nación se publicó íntegro su segundo informe en el PAN, lo que demuestra que la revista era un órgano alterno del PAN, y ahí Gómez Morín termina diciendo que México se había equivocado de bando al optar por los aliados (en la Segunda Guerra Mundial)”, agregó.

Cuestionado por Rius acerca de cómo un pro nazi como Gómez Morín llegó a ser rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, El Fisgón afirmó que entre otras cosas porque era muy cercano a José Vasconcelos, y la UNAM entonces era un reducto de los grupos conservadores, totalmente distinta a lo que es hoy.