La Posada del Cacao, festival dedicado a la gran variedad de bebidas elaboradas con esta semilla, se desarrollará el 13 y 14 de diciembre en el Centro Cultural San Pablo, en la capital de Oaxaca.

La posada, organizada por la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova y Chocolate Mayordomo, tendrá numerosas actividades y los asistentes podrán degustar 16 bebidas hechas con cacao provenientes de diferentes puntos de ese estado.

En esta edición se hará énfasis en el tradicional alcahuate, utensilio tradicional, sobre el cual se prepara una exposición.

Taller dirigido a niños

Las actividades comenzarán el 13 de diciembre, a las 18 horas, con una calenda que partirá del atrio del templo de Santo Domingo hacia el Centro Cultural San Pablo, donde se realizará la primera degustación acompañada de la exposición sobre el uso y el contexto cultural de las bebidas.

Un día después (el domingo 14) será impartido un taller dirigido a los niños para que aprendan a decorar su propio alcahuate, y Marcy Norton, de la Columbian College of Arts & Sciences, impartirá una conferencia dedicada a la historia del chocolate. Más tarde se efectuará la segunda degustación.

El gusto de los oaxaqueños por las bebidas hechas con cacao ha derivado en una diversidad de recetas, muchas de ellas muy antiguas, como el chone, el tejate, el pozonque y el wïnxatsy, entre otros.

Para los pueblos de Oaxaca el cacao forma parte integral de las fiestas y de las ceremonias que acompañan el ciclo de vida, además, su uso y consumo constituyen un patrimonio etnobotánico y culinario diverso y rico.

La utilización del cacao en la cocina mesoamericana es un saber con profundas raíces históricas, como demuestran investigaciones recientes del arqueólogo Terry G. Powis, de la Kennesaw State University, y sus colegas mexicanos y canadienses, quienes han demostrado que el gusto por estas bebidas tiene una gran antigüedad, gracias a las evidencias halladas en cerámica que datan desde la época de la cultura preolmeca del Golfo de México, de hace 3 mil 700 años.

También en la costa de Chiapas, en la parte conocida como Soconusco, se han encontrado vestigios similares.