Imágenes poderosas de resistencia y protesta, así como el rostro de algunos de los 43 estudiantes desaparecidos de la escuela normal de Ayotzinapa, Guerrero, forman parte de la exposición ciudadana 43+11, que se inauguró este sábado en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes.

Las creaciones de grafiti, fotografía, pintura, serigrafía, litografía y esténcil de diversos colectivos de artistas no sólo cautivaron al público, sino también lograron inquietar como grito de protesta contra la situación de represión e injusticia que, dijeron, se vive en el país.

La muestra ciudadana fue organizada por el Movimiento Arte y Cultura, integrado por estudiantes de las escuelas del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), como parte de la toma político-cultural del máximo recinto cultural del país, que se inició el viernes para exigir la libertad de las personas detenidas durante la marcha del 20 de noviembre y que fueron liberadas este sábado por falta de elementos. La actividad también tuvo como fin exigir la presentación con vida de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos desde el 26 de septiembre.

Representantes de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, en colaboración con trabajadores del INBA, realizaron la museografía para mostrar el poder del arte como herramienta para llamar a la paz y reclamar los derechos de los ciudadanos. Creemos en el poder del arte como medio para expresar un grito de dolor, aturdimiento, y poner ante los ojos del mundo la realidad en que nos vemos inmersos día a día, se lee en una de las mamparas de la exposición.

Una de las voceras del movimiento explicó a La Jornada que la muestra, más allá de ser una exhibición de arte, es un grito de la ciudadanía que se unió; un grito por la libertad de expresión, por la protesta, por los desaparecidos, que eso es algo que también nos interesa a los artistas.

La resistencia entre el arte y la fuerza brutal, entre la verdad y las mentiras, entre el bien y el mal surgen con el propósito de querer liberarse de la solemnidad opresiva que vivimos hoy en nuestro país, aseguraron los jóvenes creadores.

En medio de la enfermedad de nuestros tiempos, compartir el arte como una armadura para manifestarnos como ciudadanos abre nuevos panoramas de expresión y de lucha.

La exposición incluye el trabajo de Ilustradores con Ayotzinapa, proyecto iniciado por Valeria Gallo el 26 de octubre pasado, que consiste en una serie de retratos en protesta por la desaparición de los normalistas.

A la fecha tenemos 400 retratos en nuestro blog en Tumblr; aquí sólo se exhiben 20, pero decidimos sumarnos a este proyecto del Movimiento Arte y Cultura. En la explanada del Palacio de Bellas Artes también nos brindaron una mampara en la que hicimos ilustraciones alusivas a las detenciones de los 11 estudiantes y de los normalistas de Ayotzinapa, dijo la diseñadora, quien se ha desarrollado en el campo de la ilustración infantil.

Las piezas no incluyen la información del artista, pues en opinión de los organizadores lo relevante era decir que forma parte del mismo grito y del diálogo que estamos haciendo.

La exposición ciudadana 43+11 permanecería originalmente 43 días en exhibición, pero ante la liberación de los 11 detenidos en la marcha del 20 de noviembre, entre ellos Atzin Andrade, estudiante de La Esmeralda, sólo estará hasta este domingo.

Mientras varias personas contemplaban las 140 piezas que integran la exposición, fuera del palacio decenas de jóvenes, adultos y niños disfrutaron de las actividades de danza, música y teatro que presentaron diversos grupos. Prevalecía un ambiente de fiesta, sobre todo por la noticia de la libertad para los 11 detenidos y por la presencia de los padres de los 43 normalistas desaparecidos.

La alegría no impidió que los jóvenes corearan vivos se los llevaron, vivimos los queremos. Incluso un joven con la voz entrecortada gritó: ¡Ya basta¡ ¡Ya no tenemos miedo, ya no¡ No me voy a ir de este país porque es mío, es nuestro.

Uno de los voceros del movimiento leyó el pronunciamiento de la comunidad de escritores ante la detención del poeta y estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM Sandino Bucio, ocurrida el viernes, en el que además de expresar que un país no puede existir sin una literatura que lo represente y que le dé identidad, anunciaron que se sumarán a las protestas convocadas para el 1º de diciembre, porque aquí también decimos ni pena ni miedo. México y el mundo condena estos actos de terrorismo de Estado hacia la sociedad y sus artistas.