San Cristóbal de las Casas, Chis., El obispo de la diócesis local, Felipe Arizmendi Esquivel, afirmó que al ordenar la liberación de tres indígenas sentenciados por la masacre de 45 personas el 22 de diciembre de 1997 en la comunidad de Acteal, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) no se pronunció por la justicia, sino por la legalidad, lo que significa que no le importa la justicia, sino el procedimiento penal, la legalidad, la constitucionalidad. La SCJN ordenó el pasado miércoles la inmediata liberación de Lorenzo Ruiz Vázquez, José Guzmán Ruiz y Alfredo Agustín Hernández Ruiz, quienes junto con otros 72 indígenas acusados promovieron un amparo –recurso de reconocimiento de inocencia–, tras ser sentenciados por los delitos de homicidio, lesiones calificadas y portación de armas de uso exclusivo de las fuerzas armadas. Con esta liberación, añadió, sólo dos indígenas permanecen en la cárcel por los 45 asesinatos, pero en poco más de un año también ellos saldrán libres al cumplir el término de su sentencia; es decir, nadie quedará en prisión por este crimen. Es como dar a entender que nadie los mató, que nadie es culpable. Manifestó que los argumentos de la SCJN para dejarlos libres se basan en que hubo inconsistencias en su proceso penal, pero no se pronuncia si son inocentes o culpables. Opinó que “en vez de dejarlos libres, la Corte podría haber ordenado que se repusiera el procedimiento.