Árbitros piden mejoras, pero su trabajo dejó que desear
os árbitros, atinadamente llamados nazarenos
, son los eternos incomprendidos en el futbol. El permanente blanco de críticas e insultos de propios y extraños, a veces con razón, otras no. Lo evidente es que necesitan apoyo, pues varios no saben trabajar bajo presión y, conforme crece la importancia de los partidos, cometen errores graves.
Los federativos Justino Compeán y Decio de María tuvieron que romper su plácida rutina para, sobre la hora, conjurar la huelga que amenazaba con parar el balón en la fecha 16. Sin otra opción, ambos se zambulleron en el inframundo de los árbitros, que expusieron aspectos que los ubicaría como los olvidados en un deporte donde privan sueldos elevados –para ellos apenas hay unos 50 mil al mes–, el lujo y el dinero.
Condiciones deplorables de trabajo, problemas económicos, malos tratos y hasta cobro de comisiones indebidas abruman a los silbantes, un gremio conflictivo en el que los jubilados
viven de crucificar semana a semana a los aún activos. Ahí cualquiera está expuesto a recibir una puñalada trapera, como la sufrida por Francisco Chacón, cuando una cámara escondida lo exhibió insultando a sus jefes.
Compeán prometió establecer mesas de trabajo para atender las inconformidades; además, el ex árbitro Edgardo Codesal, pese a sus problemas de salud, será nombrado director del área técnica a partir de 2015. No estaría de más invertir en un curso impartido por el mismísimo Pierluigi Collina, el ex juez italiano que se distinguió por su buen trabajo en Copas del Mundo.
El otrora apapachador de árbitros, Andrés Fassi, directivo tuzo, desquiciado por dos expulsiones y la anulación indebida de un gol que hubiera significado el empate ante Santos Laguna, espetó con actitud agresiva al silbante Fernando Guerrero. También la tomó contra el directivo Alejandro Irarragorri. Todo un show.
Cruz Azul también echaba truenos y centellas contra Ricardo Arellano. Sin duda, el primer gol de Pumas debió ser anulado. En resumen, los silbantes quieren aumento, pero no se ayudan, mientras los equipos escudan en una mala decisión arbitral todo un torneo mediocre.
Que los grandes se desgarren las vestiduras, porque Chiapas está sereno y firme. El técnico Sergio Bueno armó con remiendos un equipo poderoso. Llegó al pasado draft hablando claro: “Buscamos jugadores ‘opcionados’”, dijo; quiso decir prestados
, y se llevó al Hobbit Bermúdez, Alberto Medina y Matías Vuoso, entre otros. Algo mágico les inyectó y los resultados saltan a la vista: superó los 23 puntos del torneo anterior y es el único equipo invicto en casa.
A una fecha de que finalice el torneo regular, Águilas, Toluca, Atlas y Tigres tienen su boleto. Sólo un desastre dejaría fuera a Jaguares; Monterrey quedó en el limbo al sumar cinco fechas sin ganar, así que la rebatiña por los restantes pases queda entre Rayados, León, Pachuca, Santos y Gallos; Pumas y Cruz Azul rezan por un milagro.
En jornada en la que se rindió un minuto de silencio por el deceso del hijo de Hugo Sánchez, del mismo nombre, la lucha por el no descenso cobró interés. En choque directo entre amenazados, la UdeG derrotó al Veracruz, y aunque sigue en el fondo de la tabla de cocientes, los dirigidos por Alfonso Sosa ya alcanzaron al Puebla; ambos le pisan los talones al Veracruz y a las Chivas.
El torneo entró en otra pausa por fecha FIFA. Las televisoras quieren vender el choque México-Holanda como la revancha
, lo cierto es que es más fácil que el equipo tulipán despeje dudas en su favor. Piojo Herrera se deja llevar por sus afectos y para los partidos ante Holanda y Bielorrusia de nuevo llamó a los inactivos Guillermo Ochoa y Diego Reyes, pero nada quitará el foco de atención a Carlos Vela, quien ayer destacó con un soberbio gol.