Notas sobre las elecciones recientes en EU
omo se esperaba, los candidatos del Partido Demócrata fueron barridos en las urnas el martes pasado. Perdieron 14 curules en la Cámara de Representantes y siete en la de Senadores. Así, los republicanos aseguraron la mayoría en ambos recintos. Es común que la mayoría de los presidentes que se han relegido pierdan popularidad en la segunda parte de su mandato e invariablemente su partido pierda asientos en el Congreso en las elecciones de medio término. En esta ocasión la derrota fue estrepitosa, y en opinión de diversos analistas fue resultado de la política del presidente Obama y su confrontación con los sectores más conservadores del Partido Republicano.
Se estima que 70 por ciento del electorado se abstuvo de acudir a las urnas, fenómeno común en elecciones cuando no está de por medio la presidencia. Sin embargo, en esta ocasión fue aún mayor. Se comprobó que la afluencia de afroestadunidenses y latinos es menor en este tipo de elecciones. Estos grupos sociales, en mayor proporción, apoyan la política del Partido Demócrata y pudieron ser factor en la derrota de sus candidatos.
No obstante el triunfo de los candidatos republicanos, diversas propuestas de corte liberal fueron aprobadas. Entre estas, la despenalización en el consumo de mariguana, el derecho de las mujeres a decidir sobre su reproducción (aborto), algunos aspectos de la protección del medio ambiente, la reducción de penas a quienes cometen delitos menores y el aumento al salario mínimo en por lo menos cinco estados. Esto último fue aún más sorpresivo por ser aquellos donde hay gobiernos conservadores.
Una vez conocidos los resultados de la votación, el presidente Obama declaró estar dispuesto a trabajar con la mayoría republicana en el Congreso en temas de interés común para beneficiar a la mayoría de los ciudadanos. En respuesta, el senador Mitch McDonnell, de quien se presume tomará el liderazgo en el Senado, declaró que se inauguraba una era en la que el gobierno será más efectivo.
Tal vez la declaración más importante, particularmente para quienes carecen de un estatus migratorio regular, fue la afirmación del presidente, quien dijo que actuará por decreto para reparar el disfuncional sistema migratorio y cumplir su promesa de encontrar soluciones que beneficien a los millones que carecen de documentos. De inmediato los líderes republicanos en el Congreso respondieron no estar dispuestos a aprobar la reforma propuesta por los demócratas en la materia, y que sería contraproducente que el presidente actuara unilateralmente.