En el Foro Sol, ante 40 mil personas y entre dos canciones emblemáticas del grupo Zoé: No me destruyas y Love, la noche del pasado 8 de noviembre, el vocalista León Larregui hizo una pausa en el concierto Prográmaton, desdobló la hoja de un cuaderno y leyó lo siguiente, sobre los hechos de Ayotzinapa: El país está secuestrado por una pandilla de neandertales, ladrones y asesinos.

La frase remitió inmediantamente a las noticias sobre los 43 normalistas desaparecidos.

Larregui continuó: “Escribí algo que hace falta decir... que hay que ser responsables... México está de luto... está sangrando. ¿Qué más tenemos que aguantar para decir ¡basta!? ¿En qué país quieres vivir tú? ¿En el que el simple hecho de exigir tu derecho a una vida digna y justa signifique que te van a desaparecer y a matar?

“¿Qué chingada madre es eso? Soñemos con el México que queremos y hagámoslo realidad actuando sin miedo. Tú tienes el poder de transformar la realidad.

“En un cuarto lleno de luz no hay lugar para la oscuridad, pero en uno lleno de oscuridad con un solo foco, podría ser Ayotzinapa, lo puedes iluminar.

De alguna forma todos somos responsables de lo que pasó. Reflexionen y platiquen; júntense; tenemos que unirnos, ser un mismo pueblo, una gran luz. No por nada somos la raza dorada del pueblo del Sol. Luz y fuerza, hermanos.

Eso levantó los ánimos de la mayoría, aunque otros lo que querían era más música.

Entre cada frase, miles de asistentes reaccionaban de diferente manera, unos con guturaciones, otros con chiflidos, la mayoría con mentadas de madre y calificativos como ojetes y culeros, para la llamada pandilla.

Larregui cantó 27 composiciones del rock con tintes electrónicos e imágenes sicodélicas. Fue, añadió, el concierto más importante de la historia de Zoé. Interpretó Luna, a dúo con Denise Gutiérrez, cantante de Hello Seahorse!

Tras casi tres horas, el público se dispersó, comentando el consejo final de Larregui: Ustedes son el futuro de México. No dejen que las garras de la malicia de estos pendejos los atrapen.