Es un tema económico, social y de rentabilidad: Maseca y Minsa
Lunes 27 de octubre de 2014, p. 21
La caída en los precios del maíz en grano ha arrastrado a la baja también a la harina, que en un año bajó alrededor de mil 500 pesos por tonelada, a lo que se suma que el consumo per cápita anual de tortilla cayó en los pasados años unos 20 kilogramos, ya que de 100 kilos que consumía cada persona ahora son 80.
Aun con la caída en los precios del maíz y de la harina, el precio al consumidor se mantiene estable porque las tortillerías tienen incrementos en costos de otros insumos. El más afectado por esta situación es el agricultor, coincidieron en entrevistas por separado directivos de Maseca y Minsa, las principales empresas productoras de harina de maíz del país.
José Alfonso Cebreros, funcionario de Maseca y presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Maíz, indicó que en los últimos años ha habido una caída en el consumo de tortilla de unos 20 kilógramos en promedio por persona; hay más tortillerías y hay menos consumo, dijo.
En entrevista en Mazatlán durante el Foro Global Agroalimentario, se refirió a que ante la actual situación de precios del maíz es importante que se cumpla el programa de siembra que se aprobó para Sinaloa, el principal estado productor del grano destinado a consumo humano.
Este plan considera bajar la producción de maíz blanco para cultivar amarillo, sorgo o cártamo, porque si Sinaloa sólo produce un producto (maíz blanco) del cual hay excedentes en todo el mundo, los agricultores se pegan un tiro en el pie
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Recordó que ese programa ya se aprobó; se sembrarán 310 mil hectáreas de maíz blanco en lugar de 470 mil.
Mencionó que a causa de los bajos precios del grano, también la harina de maíz ha bajado de precio y en promedio ha sido de mil 500 pesos la tonelada. Vamos a trabajar con el productor. Nos interesa que siga adelante, somos (Maseca) el principal comprador de maíz blanco
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Por su parte, José Cacho Ribeiro, director general de Minsa –que se abastece con 26 por ciento del mercado de harina de maíz–, consideró que la situación actual de bajos precios del maíz es un problema de toda la cadena. Generan un severo problema para la rentabilidad del agricultor, es la cuestión de fondo y se tiene que atender con una visión de cadena
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Explicó que de acuerdo con los números que Fira publica de costos de producción se podría calcular que para el ciclo otoño invierno en Sinaloa el productor, con los precios de futuro que hoy se ven, no llegaría ni siquiera a cubrir su costo de producción. El problema es económico, social y de rentabilidad para el campo, lo que hay que atender
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Agregó que se debe ver la forma en que se va a manejar el ingreso objetivo (apoyo del gobierno para compensar el precio) para que el agricultor tenga la seguridad de un ingreso mínimo que le permita cierto margen de rentabilidad.
Abundó que en teoría el beneficiado debería ser el consumidor final. La realidad es que los precios de la tortilla tampoco bajan. Ese es otro problema porque hay unas 60 mil pequeñas tortillerías, generalmente negocios familiares, a lo largo del país, que compran maíz o harina a bajo precio, pero tienen incremento de costos de gas o electricidad
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