Se exhiben en el Museo Nacional de Arquitectura los cambios del recinto de 1904 a 1934
Pueden observarse, hasta enero próximo, planos, dibujos de los ornamentos y maquetas
Lunes 27 de octubre de 2014, p. 9
En 1983, el arquitecto Juan Urquiaga aceptó la invitación de Elita Boari para ver los planos del Palacio de Bellas Artes que se encontraban en el archivo de su padre, Adamo Boari, que tenía en su casa de Roma. La cita fue en mayo de 1984. Lo que encontraron fue un sótano inundado y ahí, sobre una mesa, el baúl donde estaban los planos.
“Me metí al agua, lo abrimos en el jardín. Estaba el rollo de planos enlamado. Le dije que había que traerlos a México y que en el Centro de Restauración de Bellas Artes los restaurarían’. Me dijo que sí, y entonces compré una maleta especial. Vine a México y se realizó una labor bastante importante.”
Hoy algunos de esos planos forman parte de la exposición Los proyectos del Palacio de Bellas Artes 1904-1934, que se inauguró el miércoles pasado en el Museo Nacional de Arquitectura, que se encuentra en el tercer nivel del inmueble. Esta muestra forma parte de las actividades por el aniversario número 80 del Palacio, cuya construcción inició Adamo Boari y concluyó el arquitecto mexicano Federico Mariscal.
Juan Urquiaga Blanco, fundador del Museo Nacional de Arquitectura, contó la anécdota durante la ceremonia oficial de inauguración, a la que asistieron la directora de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble del INBA, el director del Museo Nacional de Arquitectura, Juan Manuel Ortiz, y el curador de la exhibición Xavier Guzmán Urbiola, quien durante el recorrido previo que se ofreció a los medios precisó que los visitantes podrán observar la revisión que se hizo de las tres épocas de construcción.
Los momentos del inmueble
La primera es desde su concepto hasta 1913, año en que se suspendieron las obras de Boari. La segunda va de 1913 a 1934, años de la Revolución y posrevolución y el momento en que Federico Mariscal toma el proyecto en 1929, y la tercera, que va de 1932 a 1934, cuando Mariscal y Alberto J. Pani cambian el concepto y se inaugura el palacio el 29 de septiembre de 1934.
Algunos de los planos y fotografías que se encuentran en la exposición se muestran al público por primera vez, añadió Xavier Guzmán. Uno de los atractivos más de Los proyectos del Palacio de Bellas Artes 1904-1934 es que el público podrá ver, por ejemplo, los planos de la ornamentación y el resultado en directo con sólo voltear la mirada hacia el inmueble.
Foto cortesía del Museo Nacional de Arquitectura
Son muchos los cambios que vivió el Palacio de Bellas Artes, concebido primero como Teatro Nacional, y cuya construcción encargó Porfirio Díaz a Boari para conmemorar el centenario de la Independencia. En un principio fue pensado como un edificio art nouveau, construido de acero, concreto y mármol. Boari enfrentó el hundimiento del edificio con una técnica novedosa: la inyección de cemento, lechada de cal grasa y agua a través de una aguja hipodérmica de nueve metros de largo. Ese plano es uno de los primeros que puede verse en la exposición.
Están también los dibujos de los ornamentos que ahora se encuentran en el exterior e interior del palacio, y aquellos planos en donde se observa que el edificio sería también salón de fiestas e invernadero. Así lo concibió Boari. Incluso cuando dejó las obras y regresó a Italia seguía pensando en el inmueble y se puede ver un plano en el que cambió la función de las salas de fiestas por una sala para leer periódicos culturales y otra para escuchar conciertos de radio.
Ya cuando Mariscal se hizo cargo de las obras cambió el estilo arquitectónico de art nouveau a art decó, aumentó el número de butacas, redujo los pasillos de la sala principal, y junto con Pani democratizaron el proyecto con servicios para todos
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También están las maquetas, una de ellas de corte longitudinal que permite ver el interior y exterior del Palacio, y una de las maquetas del telón de cristal para la sala principal, que fue elaborado por la casa Tiffany, con un diseño del mismo Boari y no del Dr. Atl como se afirma, añadió Guzmán.
Minutos después, en la inauguración, Urquiaga destacó que en los planos (muchos de ellos realizados con tinta sobre tela de lino) se verá cómo trabajaban los arquitectos hace 100 años: a mano. Saber dibujar a mano es muy diferente. Y podrán ver los planos perfectamente dibujados con todo tipo de detalles
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La muestra concluye en enero próximo.